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Análisis

Company, sus amenazas le dañan más que los tuits falsos

Los partidarios del aspirante a presidente del PP se suman al estupor por su actitud colérica al desvelarse los ataques a Bauzá

Biel Company.

"Se equivoca, alguien que quiere ser presidente del partido no puede actuar así". La actitud retadora de Biel Company tras descubrirse que su mujer se escondía detrás de una cuenta falsa en un foro de internet para atacar a José Ramón Bauzá le está restando enteros en su carrera para liderar el PP balear. Con una imagen a veces altiva e irascible, que sus detractores cuidan en explotar, "en lugar de trabajar para cambiarla y adoptar un perfil moderado, sigue dando pie a que le cuelguen el sambenito de prepotente", se lamenta un partidario de Company.

"Él solito se perjudica, de aquí al congreso tendrá que ganarse a mucha gente del partido, y con ese tono amenazante y tal, aunque sea contra Bauzá [cada vez más desprestigiado en las propias filas], si no va alerta no durará ni un minuto", sentencia un destacado cargo popular, este no proCompany.

"Si va a por mí, yo iré a por él", fue una de las advertencias vertidas por el exconseller de Agricultura sobre el expresidente del Govern, el pasado jueves, ante un grupo de colegas parlamentarios. Pero no fue la única. Company llegó a amenazar con airear asuntos de la vida íntima del ahora senador, aferrándose a que Mallorca es pequeña "y todos tenemos información de todos". Company responsabilizó a Bauzá de "escampar m..." sobre él para torpedear su carrera política. También cargó contra su asesor, el exdiputado autonómico Alejandro Sanz, al que acusa de haber filtrado a periodistas el vodevil virtual con firma de su esposa, siguiendo las instrucciones de su jefe Bauzá: "Yo no olvido, ni perdono", dijo el exconseller según asistentes a la reunión.

Al destaparse la polémica de los tuits ya generó por sí sola múltiples críticas internas y dejó a Company en mal lugar; la posterior trascendencia de sus comentarios coléricos ha ido incrementando el número de desafectos hacia él, y puede dificultar ahora su candidatura.

Pasarse de frenada

"Biel tiene un pronto que le pierde, el jueves se calentó la boca y se pasó de frenada, una vez más", explica un cargo intermedio, de los afines a Company. Opina, como tantos otros, que el candidato a suceder a Bauzá yerra el tiro: "Lo de los tuits se perdona, es la actitud que tiene dentro del partido cuando da las explicaciones su gran error", describe un dirigente popular de la part forana.

Miquel Vidal trató de calmar a Company a medida que este iba encendiéndose ante los diputados. El actual presidente del PP balear ha descartado expedientar al exconseller por este capítulo, y en público cierra filas con él. No obstante, está recibiendo bastantes críticas de afiliados de base y otros miembros de la formación por el comportamiento furibundo de Company y la ausencia de medidas. La eurodiputada Rosa Estaràs intervino el viernes por la tarde para frenar cualquier medida disciplinaria por este tema.

Vidal afeó en privado a Company su tono, en el mismo sentido que los que le apoyan. El líder interino cree que no le beneficia para nada amagar con ventilar trapos sucios de los populares. A la vicepresidenta del Parlament, María Salom, también la pareció un desacierto que Company amenazara a Bauzá y Sanz. Con todo, el más indignado fue el alcalde de Binissalem, Jeroni Salom.

A los regionalistas les preocupa que sus rivales utilicen la "estrategia equívoca" de su candidato Company para minarle apoyos entre la militancia. Una fuente popular recuerda que el congreso en el que se elegirá al nuevo presidente se regirá por 'un afiliado, un voto', por lo que el exconseller de Agricultura necesitará "muchísima gente que le vaya a votar, más de cinco mil o seis mil" como mínimo. "Eso no es fácil, y menos cuando tienes una imagen desgastada", señala.

Más allá de filias y fobias en torno a Biel Company, un importante sector del partido está empezando a estar inquieto precisamente por la lejanía del cónclave y la guerra in crescendo entre las distintas facciones. "Parecemos un patio de colegio, no estamos centrados en lo que tenemos que estar, que es recomponer el partido y hacer oposición", reflexiona un ex alto cargo en este caso ya retirado de la primera línea. "Es un desastre", resumía hace unos días la situación interna del PP un cargo electo ante la falta de proyecto.

Entretenidos durante la crisis

Un ejemplo de la dispersión de los populares lo ponen ellos mismos con lo sucedido el pasado viernes. Mientras el Govern de Armengol estaba sumido en su primera gran crisis, por la salida forzosa de la consellera Esperança Camps, en el PP estaban "perdiendo el tiempo" y "desviando el tiro" con el vodevil de los tuits del matrimonio Company contra su propio Ejecutivo.

"Yendo las cosas bien, el congreso no se celebrará como mínimo hasta febrero de 2017. A este paso, con tantos meses por delante nos podemos haber matado entre nosotros mismos antes", expresa su desasosiego una voz de peso del actual PP.

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