Las familias, empresas y Administraciones de Balears deben a la banca 32.020 millones de euros, una cifra más que notable pero que refleja el proceso de desapalancamiento que se ha tenido que afrontar a lo largo de la crisis, ya que ese importe se había situado en 2009 en los 46.661 millones. Es decir, por cada tres euros de deuda que los isleños han ido asumiendo, ahora quedan dos por pagar.
El último informe elaborado por el Banco de España, correspondiente al cierre del pasado año, refleja esta patente reducción del crédito vivo en las islas, un recorte sustentado no solo en el citado ajuste realizado, principalmente por el sector privado de las islas (familia y empresas), sino también el denominado 'cierre del grifo' que las entidades financieras aplicaron a la hora de conceder nuevos préstamos a medida que se incrementaban las tasas de morosidad.
Esta evolución a la baja se ha mantenido prácticamente constante desde el periodo antes señalado, hasta suponer una reducción del 31,3% respecto a los niveles máximos de 2009. Si se compara el valor del crédito vivo de finales de 2015 con el del mismo periodo de 2014, la rebaja a lo largo de esos doce meses ha sido del 5%.
Este recorte en el endeudamiento se ha aplicado, con diferente intensidad, en todos los sectores. Así, a lo largo de 2015, el crédito vivo de familias y empresas ha bajado de los 30.506 millones de euros con que se cerró 2014 a los 29.458 millones contabilizados a finales del pasado año. Respecto a las Administraciones públicas, han pasado a lo largo de esos 12 meses de deber 3.235 millones de euros a situarse en los 2.562 millones (aunque hay que recordar la existencia de líneas de ayuda como las del Fondo de Liquidez Autonómica).
Un aspecto sobre el que insisten los economistas es que este proceso de reducción del crédito vivo resulta no solo positivo, sino imprescindible, dado el exceso de endeudamiento que se había alcanzado en las islas. Basta recordar que Balears llego a deber más de 2,3 euros por cada uno ahorrado, una tasa que se situó como la más alta del país.
En estos momentos, esa proporción no alcanza los 1,5 euros de deuda por cada uno en depósito en las entidades financieras, muestra nuevamente del equilibrio que se está buscando.
Ahorro balear
Porque frente a ese volumen de endeudamiento al cierre del pasado ejercicio, el ahorro está registrando una evolución al alza, y a finales de 2015 el valor de los depósitos en las entidades financieras instaladas en las islas se situó en los 21.660 millones de euros, tras haberse reducido a inicios de la crisis hasta los poco más de 18.000 millones de 2012.
A lo largo de doce meses, se ha pasado de los 20.770 millones de euros registrados a finales de 2014 a los 21.660 millones del cierre de 2015. En el caso de empresas y familias, se ha crecido desde los 19.971 millones de euros hasta los 20.845 millones, mientras que las Administraciones públicas han ido de los 800 millones a los 815 millones de euros.
Hay que tener en cuenta que una parte significativa de las reservas de familias y empresas no aparecen como depósitos bancarios debido a la casi nula rentabilidad que éstos ofrecen, y se están desviando hacia otros productos que no figuran en la estadística del Banco de España, lo que implica que el ahorro real de los isleños supera el valor antes señalado.
