Balears se ha convertido en la primera economía capaz de recuperar el nivel de riqueza que tenía antes del estallido de la crisis de 2008. La comunidad cerró 2015 con un PIB nominal (Producto Interior Bruto) de 27.546 millones de euros, un 1,3% más que los 27.194 millones que valía la economía balear en 2008, el año del estallido financiero mundial y del derrumbe del ladrillo nacional. Esa vuelta al pasado económico más alegre hace de Balears una excepción estatal: la economía española sigue valiendo menos hoy que en 2008. Concretamente un 3,1% menos, toda vez que el PIB español era de 1,116 billones en 2008 y hoy asciende a 1,081 billones de euros.

Solo Balears y, en menor medida, Madrid, han logrado retornar al momento previo a que la crisis comenzase a arrasar la economía española. La situación es tal, que en algunas regiones hablar de final de la crisis es entre trágico y cómico. Asturias, por ejemplo, tiene hoy un PIB un 10% inferior al de 2008. Es la autonomía más retrasada, la que más tardará en recuperar lo perdido en estos ochos años de debacle, según muestran los datos de contabilidad nacional, que desnudan también la delicada situación de Cantabria (un 8,3% por debajo de 2008), Castilla-La Mancha (-6,6%), la Comunidad Valenciana (-6,4) o Castilla y León (-5,3%).

Aunque la mejor noticia para Balears parece que está por llegar: según los datos de crecimiento económico hechos ayer públicos por el conseller de Economía del Govern, Iago Negueruela, el ritmo de crecimiento casi se triplicó durante el tramo final de 2015, y en 2016 mantendrá la velocidad en el 3,5% de avance interanual, una tasa que no se veía desde los años en los que, con la burbuja inmobiliaria inflándose a toda mecha, se hablaba del "milagro económico español". La evolución de 2015 fue de hecho meteórica: en el primer trimestre Balears creció un 2,2%, que ascendió al 2,8% en el segundo parcial, antes de alcanzar el 3,2% entre julio y septiembre, y cerrar el año con un 3,5% de avance, casi el triple que en el último tramo del año anterior. Con ese salto, Balears lograba ser la primera autonomía que cuyo PIB es mayor que en 2008.

¿Ha superado pues Balears la crisis? Pues paren el carro de la euforia, que no hay para tanto: Balears es más rica que en 2008, sí, pero lo ciudadanos no. A ello se refería ayer el propio conseller Negueruela, que recalca machaconamente una idea: la generación de riqueza empresarial tiene que empezar a transforma en reparto de riqueza empresarial por la vía de la subida de sueldos. No fija ningún objetivo de incremento salarial, pero insiste en que es clave la redistribución de la riqueza de cara a aumentar el consumo y, con ello, impulsar también a la pequeña y mediana empresa de las islas. Negueruela se refiere a un hecho constatado con cifras: mientras la economía volvía a números previos a la crisis y el crecimiento luce el vigor de los mejores años anteriores al estallido, los salarios no crecen, y eso que habían bajado durante casi todos los trimestres que siguieron a la reforma laboral aprobada en 2012 por el PP. A ella apuntaba Negueruela como causante de la "devaluación salarial" que hoy contrasta con esa vuelta a la riqueza y la rentabilidad de las empresas. "Es el momento de que la prosperidad se reparta y mejoren los salarios".

¿Y dónde ha ido esa riqueza?

La pregunta al conseller tras cruzar los datos de recuperación con los de salarios se hacía casi sola: si la riqueza empresarial está creciendo como en los mejores años y lleva al PIB balear a cifras previas a la crisis, pero en cambio los salario primero bajaron y ahora están casi congelados, ¿dónde está esa riqueza recuperada? O al menos, ¿dónde está la parte de esa riqueza que no ha acabado en algún paraíso fiscal de esos que han vuelto a poner de moda los papeles de Panamá? Respondía el director general de Economía, Llorenç Pou: parte de esa riqueza está sirviendo para crear empleo neto, porque este año, por fin, la economía balear y sus empresas están pagando más horas de trabajo totales. "Hemos dejado de aumentar afiliación a la Seguridad Social repartiendo puestos de trabajo con contratos a tiempo parcial, porque ahora crece también el número total de horas trabajadas, que son un 6,5% más", detallaba Pou.

El éxito turístico se traslada así poco a poco a la contratación de trabajadores, como muestran los hasta 25.000 empleos adicionales que se prevén este verano. Además, decía Pou, otra parte sustancial de esa recuperación empresarial está yendo a parar a inversiones que hacen más competitivas a la sociedad balear, entre las que destacan por ejemplo las del sector que más dinero ha ganado con crisis y sin ella, el hotelero. Al que, por cierto, le esperan unos meses de gloria, al menos si se cumplen las previsiones que colocan a Balears a la cabeza del crecimiento europeo con un avance del 3,5%. Al menos si se mide el PIB, que cosa distinta siguen siendo los salarios de los trabajadores y la renta de las familias. Ahí la crisis sigue.