El juicio del caso Nóos se reanudará el martes 5 de abril con la declaración, a lo largo de la semana, de hasta 69 testigos. Entre ellos se encuentra Marc Viader, arquitecto que reformó parte de la vivienda de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, ubicada en el barrio barcelonés de Pedralbes, así como numerosos proveedores que prestaron servicios para el Instituto Nóos. Se trata de testigos que libraron a la entidad facturas cuyas cantidades, según la Fiscalía Anticorrupción, nada tenían que ver con los costes reales generados por los proyectos celebrados por Nóos en Palma y Valencia, que ascendieron en total a más de seis millones de euros. El Ministerio Público considera que su importe no es imputable a estos eventos.

En el caso de Viader, está citado a declarar el martes junto a otros 19 testigos. El arquitecto admitió en su día ante agentes de la Policía Nacional haber facturado por las obras de reforma del palacete 20.000 euros a través de Aizoon, empresa de la que son copropietarios la Infanta y marido.

Tal y como justificó, procedió de este modo por orden del exduque en el año 2005, a pesar de que la factura se correspondía a nivel privado con el encargo de rehabilitación y ampliación del domicilio particular que el matrimonio posee en la calle Elisenda de Pinós. El importe que facturó se suma a los numerosos gastos que se realizaron a través de Aizoon, sociedad presuntamente fantasma que percibió más de un millón de euros del entramado urdido por Urdangarin y su exsocio Diego Torres en torno al Instituto Nóos para desviar fondos públicos. Del mismo modo, está emplazado a declarar, el viernes 8 de abril, el exconseller de Economía de la Generalitat Valenciana Gerardo Camps, quien será interrogado en torno a la gestación de los denominados Valencia Summit.