El juez José Castro interrogó ayer al exedil de Deportes del Ayuntamiento de Palma Rafael Durán por el presunto descuadre y la supuesta adjudicación amañada del vídeo marcador del velódromo Palma Arena. Durán, que declaró casi seis años después de su detención por este sumario, minimizó su responsabilidad en esa adjudicación y aseguró que en su día no fue consciente de que se cometiera ninguna irregularidad.

El coste del vídeo marcador superó los 6 millones de euros. La Policía sospechó al principio de las pesquisas del Palma Arena que se había dado una adjudicación irregular para beneficiar a Smartvisión, una empresa cuya propietario se pensó que era íntimo amigo del entonces director general de Deportes José Luis-Pepote Ballester. Sin embargo, luego se descubrió que el comercial de Smartvisión era cuñado de Miguel Romero, el dueño de Nimbus, la agencia de publicidad próxima al PP y que hizo las campañas electorales de ese partido en 2003 y 2007 y que también participó en la puesta en marcha del velódromo.

Ayer prestó también declaración Pepote Ballester, uno de los acusados del juicio de Nóos. El exalto cargo del Govern de Jaume Matas se desvinculó de la adjudicación del vídeo marcador y minimizó su relación con el dueño de Smartvisión. Según Ballester, en los años 80 coincidió en algunas regatas con esa persona, pero no se puede hablar de que eran amigos. También fue citado Jorge Moisés, exgerente del Palma Arena, quien se negó a declarar.

No estaba en el día a día

Durán era cuando se falló ese concurso el presidente del consorcio público para la Construcción del Palma Arena, del que también formaban parte el Govern y el Consell de Mallorca.

El exedil aseguró ayer que tenía un papel secundario en las decisiones que adoptó ese consorcio y que no estaba al tanto del día a día del mismo. El exregidor del PP negó haber sido consciente entonces de irregularidades en el proceso de selección de la empresa que iba a construir el vídeo marcador.

Cinco empresas se presentaron al concurso para ese equipamiento, pero al final las ofertas quedaron reducidas a tres, de las que dos pertenecían a un mismo grupo empresarial.

El marcador fue presentado a bombo y platillo en julio de 2007 como el más grande de Europa y único en el mundo. A pesar de las prisas por acabar el velódromo Palma Arena a tiempo para el Campeonato Mundial de Ciclismo en Pista, el equipamiento, denominado LiveScreen, no fue instalado hasta el verano de 2007 cuando ya se había celebrado la prueba.

Los arquitectos del Palma Arena, los hermanos García-Ruiz, detallaron en su primera declaración los pormenores del marcador. Según su versión, hicieron una propuesta de 5,9 millones de euros para su adjudicación, porque en el caso de que se superaran los seis millones de euros, el concurso tenía que publicarse en toda Europa. Los técnicos explicaron que como no había tiempo y la prioridad era poder acabar el velódromo en el plazo previsto, se fijó dicha cantidad, lo que también permitía que se realizara una adjudicación directa. Finalmente, hubo una mesa de contratación en la que se presentaron tres presupuestos.

Por otro lado, Castro ha reabierto la pieza separada 14 sobre irregularidades en la publicidad del Mundial de Ciclismo en Pista, adjudicada a Nimbus. El juez acusó a los exaltos cargos del Govern Jaume Matas, Pepote Ballester y Raimundo Alabern de varios delitos. La exvicepresidenta del Govern Rosa Estarás declarará el 26 como testigo a petición de una de las partes personadas.