"La corrupción ha sacudido España en los últimos años, pero en ninguna parte los escándalos han sido tan graves y numerosos como en las Illes Balears y en particular en Mallorca". Así empieza la versión en castellano del artículo que el reportero británico James Badcock publicó hace dos días en la web de la BBC.

El presitigioso canal público de televisión dedica una larga pieza a desgranar cómo "la isla de vacaciones se ha convertido en la meca de la corrupción". El título de la versión inglesa es contundente: "Sórdida España: Mallorca se enfrenta a la limpieza de la corrupción".

Para documentarse, Badcock se entrevistó con Jesús Jurado, miembro de Podemos y vicepresidente del Consell, quien, según recoge la nota, "asegura que encontró cajones llenos de informes sobre construcciones ilegales, un contrato de 50 años con garantía de beneficios con una firma de gestión de residuos y planes inflados de infraestructuras que incluían carreteras y túneles que al parecer no llevaban a ninguna parte".

El artículo hace un "catálogo de la corrupción" y se remonta a 1990, con "el primero de una larga lista de escándalos políticos de Balears". Se refiere al Caso Túnel de Sóller y especifica que el president Gabriel Cañellas "fue declarado culpable de aceptar 300.000 euros del constructor del túnel. "El político PP evitó la cárcel, pero los isleños continúan pagando el coste de un túnel construido sin carriles de seguridad y cuyo uso cuesta a cada particular 4,55 euros pese a medir sólo tres kilómetros".

Del túnel el reportero pasa al metro de Palma, que recuerda que costó "350 millones de euros, pero solo usan 1,2 millones de pasajeros al año, o 3.288 pasajeros al día, el equivalente a una ruta de autobús concurrida", concluye.

Badcock señala que "en los últimos cinco años, 16 expolíticos del PP y ocho miembros de Unió Mallorquina, un partido bisagra que se asoció al PP y al Partido Socialista para gobernar el archipiélago, han sido encarcelados por corrupción".

Recuerda que Mallorca es el escenario del primer juicio contra un miembro de la familia real y considera que "la caída en desgracia de la infanta Cristina y de su marido parece marcar el fin de una era, al mismo tiempo que se desconcha la pintura del muro exterior de la residencia de verano de la familia real, el palacio de Marivent". Continúa: "Los exduques de Palma no se han atrevido a usarlo como residencia durante la celebración del juicio. Tampoco lo hubiera permitido el rey Felipe VI, que ha levantado un muro de contención frente a su hermana y su cuñado".

Por último, el periodista indica que además de corrupción, la precariedad económica campa en la isla y recoge testimonios de personas desempleadas y empresarios que no encuentran jóvenes formados. Badcock concluye que "la crisis y la mala imagen que genera la corrupción ha tenido un impacto en los negocios". Según su texto, "las mejoras reales en la economía local son difíciles de ver mientras los casos de corrupción se apilan y la crisis económica se niega a marcharse".