El lunes fue un temporal en Londres. Y ayer, una intensa niebla matinal en Palma. La operación de retorno de las vacaciones de Pascua se complicó en los dos últimos días como consecuencia de las condiciones climatológicas. Si el lunes se suspendían cientos de conexiones europeas con el Reino Unido (una decena de ellas desde Balears) por la tormenta de viento y lluvia en las islas británicas, ayer una bruma matinal especialmente densa complicó la operativa del aeropuerto de Son Sant Joan. Entre las 8 y las 11 apenas una decena de vuelos salieron 0 aterrizaron en hora. El resto, casi cien, acumularon retrasos de hasta 150 minutos.

El caso más extremo afectó a un avión que debía volar desde Palma a Eivissa a las 9.30 horas, pero fue cancelado por la niebla, según datos de las propias compañías. AENA, el gestor de los aeropuertos españoles, documentaba además que un avión que despegó de Eivissa hacia a Palma a las 10.10 horas, tuvo que dar la vuelta ante la escasa visibilidad en Palma. El resto de los vuelos programados partieron en la mayoría de los casos con un retraso de entre 50 y 100 minutos.

Las complicaciones empezaron a las 8.00. A las 8.15 un avión de Iberia con destino Menorca se veía obligado a esperar hasta las nueva para despegar. Fue la primera demora de entidad, a la que siguieron decenas, la mayoría más prolongadas. A las 9.55, por ejemplo, salía hacia Stuttgart un vuelo de Air Berlin programado para las 8.30, que acabó llegando a su destino con 75 minutos de retraso. Lo mismo le ocurrió a enlaces de Germanwings, Vueling, Air Europa, Niki, Germanía, Easyjet, Norwegian, Thomson, o Ryanair con destinos de Alemania, Reino Unido, España, Austria o Suecia.

La niebla se disipaba pasadas las 11.00 horas, tras haber provocado retrasos significativos en cincuenta salidas. Y a las doce la mayoría de los aviones estaban despegando ya en el horario previsto. Menos dificultades hubo con las llegadas, con una treintena de vuelos retrasados, en demoras que en pocos casos superaron la hora. El caso más problemático fue el de un avión de Easyjet: salió de Berlín a las 6.40 horas de la mañana y debía aterrizar en Palma a las 9.25 horas, pero finalmente lo hizo en Eivissa a las 9.46 horas, para hacer un nuevo despegue a las 10.10 y aterrizar en Palma a las 11.20, con dos horas de retraso sobre el horario programado.

La niebla coincidió además con el final del puente de Semana Santa, en el que el aeropuerto de Palma ha gestionado desde el día 18 más de 4.700 vuelos, con 750.000 plazas. La operativa se ha visto afectada en este cierre de marzo por dificultades de todo tipo. Empezó con los dos días de huelga del control aéreo en Francia, que generaron demoras en Palma de hasta cuatro horas y cancelaciones en toda Europa. El atentado en el aeropuerto de Bruselas complicaba de nuevo la operativa dos días después, al obligar a las aerolíneas a trasladar su actividad a aeropuertos secundarios de reducidas dimensiones, como el de Lieja. Después la actividad frenética de Pascua mantuvo al aeropuerto con las revoluciones altas, antes de este cierre con complicaciones meteorológicas.

Más de nueve horas de espera

Aunque los que peor suerte tuvieron ayer en Son Sant Joan fueron los viajeros de un vuelo de Air Europa, el UX6060, previsto para las nueve, que a las ocho de la tarde seguía sin poder despegar. En él viajaba un grupo del Imserso. "Es un desastre, hay niños y gente mayor aquí tirada y nos han dicho que había una avería en la radio", apuntaba una viajera, que se dirigía a Tarragona en el vuelo con destino Barcelona. Además otros tres vuelos sufrieron retrasos de más de nueve horas. Uno de ellos debía salir a las 12:40 con destino a Barcelona y al final despegó a las 21.15 horas. La larga espera provocó airadas protestas y la Guardia Civil tuvo que intervenir.