Cati Cladera tiene rebotados a prácticamente todos sus colegas en el Govern. Mediante el programa informático centralizado la consellera de Hacienda bloquea millones de euros ya presupuestados, lo que impide que los distintos consellers puedan ejecutar partidas de gasto que consideran necesarias. La razón que esgrime internamente Cladera es el grave problema de liquidezque afecta al Ejecutivo, a lo que se añade la obligada contención del déficit, este ejercicio del 0,3%.
Hacienda frena sobre todo el capítulo de personal e inversiones. Esto provoca la queja de los consellers, que ven cómo no pueden contratar a más trabajadores públicos pese a tener vacantes dotadas presupuestariamente. Cladera irá liberando las plazas a medida que avancen los meses; para cuando empiecen a abonarse las nuevas nóminas, se habrá producido un ahorro general sobre la previsión de gasto a inicio del año.
“No tenemos líquido”, se aferra Cladera para justificar el bloqueo de dispendios que su departamento considera no urgentes. La consellera necesita ganar tiempo hasta empezar a recaudar fondos con el impuesto turístico, para garantizar el pago de nóminas y hacer frente a desembolsos extraordinarios, como la sequía.
Asimismo, la demora en configurar un nuevo Gobierno en Madrid, sumada a la incertidumbre de si estará presidido por el socialista Pedro Sánchez, aleja aún más la llegada de financiación extra para Balears dentro de este ejercicio.
El pago de facturas, la prioridad
En medio del impasse, la Tesorería del Govern está priorizando el pago a proveedores, aplazando así la ejecución de otras partidas. Ello explica que en tan solo un mes el Ejecutivo del Pacto haya reducido en unos 18 días el periodo de pago de facturas ordinarias, de 76,8 días de media en enero a los 58,7 en febrero.
La inmovilización del dinero está sentando especialmente mal en Més, partido que se siente perjudicado a un nivel mucho mayor que el PSOE. Los socialistas por su parte desmienten este extremo, asegurando que sus conselleries también están afectadas en igual proporción por la retención del crédito. “Todos los consellers se quejan de lo mismo, Hacienda congela las partidas hasta nuevo aviso, sin distinciones entre PSOE y Més”, afirma un alto cargo del Ejecutivo de Francina Armengol.
Los titulares de Trabajo, Iago Negueruela, y de Salud, Patricia Gómez, ambos socialistas, “están muy molestos porque no les dejan contratar nuevo personal del SOIB y sanitario, respectivamente”, añade la fuente para mostrar que el clima de enfado es general. En Territorio, comandado por el también conseller del PSOE Joan Boned, Hacienda tiene congelada la ejecución de partidas por valor de unos tres millones de euros.
Reunión para tratar el tema
Desde Més denuncian que este freno al gasto ya aprobado en las cuentas de 2016 repercute sobre todo en sus áreas. Ponen como ejemplo la situación de “parálisis en muchos proyectos” en la conselleria de Medio Ambiente y Agricutltura. En el departamento de Vicenç Vidal hay bloqueados en torno a los 12 millones de euros.
Los ecosoberanistas no están de acuerdo en la política de ejecución presupuestaria que está llevando a cabo el PSOE, y por ello van a plantear ahora una reunión con su socio para tratar este conflicto.