Tres y media de la tarde en la carretera que conecta Sa Ràpita con Cala Pi. A medio camino, en tierra de nadie, un restaurante está de bote en bote. Es grande pero hay que esperar para sentarse. Se llama Ca's Busso, sirve platos tradicionales de Mallorca y lleva todo marzo haciendo el agosto gracias a los cicloturistas. Ellos y sus pedaladas por toda la isla han puesto de moda los restaurantes de carretera, que estos días sintetizan todas las razones por las que a Mallorca le ha ido tan bien en esta Semana Santa: están llenos de clientes, la mayoría ingleses y alemanes, pero también holandeses, franceses y nórdicos, gente activa a la que las procesiones les importan poco, porque llegan a la isla a hacer deporte.

Ciclismo, o senderismo, o golf, o tenis, o windsurf o vela. Pero el caso es que vienen y han llenado una Semana Santa que ha sido de éxito pese a los españoles, que como cada año han preferido otros destinos, de esos a los que se llega en coche sin pasar por esperas y revisiones aeroportuarias. Lo confirman los datos que ofrecen en grandes grupos de reservas de viaje, en las zonas hoteleras y agrupaciones de hosteleros y comerciantes, que coinciden en un balance: el inicio de temporada es bueno y se espera que siga siéndolo durante el mes de abril.

Nuevamente, los deportistas son la clave. A ellos se une otro tipo de turista que no ha cesado de llegar este invierno y que aparecerá aún más en lo que queda de primavera: los viajeros de fin de semana urbano, los que han convertido ya Palma en un destino que no cierra en todo el año. Para redondear un buen invierno,la Pascua ha sido de lleno en los bares y restaurantes de zonas como Santa Catalina o el centro histórico. A esta Palma de 365 días de viajeros se le han empezado a sumar en Semana Santa el resto de zonas, destinos estacionales de sol y toalla que se las están apañando para salir adelante sin temperatura de playa. Algunas localidades ya abrieron a principios de marzo, como Peguera y Pollença, que acumulan un mes de buenas ocupaciones gracias a senderistas, ciclistas y demás aficionados a viajar para hacer deporte.

Otros destinos, como Platja de Palma, han esperado a Pascua para desperezarse. Y tampoco les ha ido mal: estos días han abierto 86 de los 138 hoteles del principal destino de Mallorca, un 73% del total, que han superado el 70% de ocupación. En el caso de Platja de Palma, como en el de Peguera, el negocio habla alemán. En Alcúdia mezclan algunos alemanes con muchos británicos y bastantes nórdicos, holandeses y suizos. También han arrancado con fuerza. Con fuerza de pedal, concretamente: explican que este año se han animado a abrir en marzo más de la mitad de los hoteles (32 de los 49) y que los cicloturistas ayudan a que la ocupación haya superado el 85% en este Easter.

Así es como llaman a su parón de Pascua los principales clientes de Mallorca, los extranjeros. Y las previsiones para después del Easter y para la temporada alta son inmejorables en todo los destinos. En Magaluf y Palmanova, por ejemplo, donde cuentan que esta Semana Santa ha sido más floja que la pasada, pero que las ventas van bien para primavera y verano. Todos los datos que llegan del turismo británico son buenos, dicen. Lo confirman los touroperadores, que hablan de incrementos de la demanda superiores al 10% para esta temporada media en Mallorca.

Destino Estrella

Sus explicaciones casan con los datos de dos fuentes que mueven millones de reservas en todo el mundo: Hotelbeds y Trivago. La primera, la mallorquina Hotelbeds, es el mayor banco de camas del mundo, con lo que trabaja comprando y vendiendo plazas de hotel para empresas de touroperación y agencias. Según los datos que facilitan a Diario de Mallorca, esta Semana Santa el Reino Unido ha sido el mejor cliente de Mallorca: británicas han sido el 40% de las reservas de la isla. De cerca siguen los alemanes, que copan el 27%. Y después vienen ya los españoles, con un 23%. Hotelbeds dibuja un escenario similar para el resto de temporada: los británicos concentran a estas alturas más del 50% de las reservas de verano en Mallorca, seguidos por los alemanes, que este año están comprando vacaciones mallorquinas con ganas, pero con un poco más de retraso.

La otra fuente de datos que habla del éxito mallorquín, Trivago, describe una situación similar, solo que con cifras distintas: Trivago no vende a empresas como Hotelbeds, sino a clientes que reservan directamente vía web. Aún así la conclusión es idéntica: Mallorca ha sido uno de los destinos estrella, pese a destacar entre los más caros. Concretamente, según Trivago, Platja de Palma fue el décimo lugar más buscado por sus usuarios de todo el mundo para disfrutar de esta Pascua. La isla atrae a los citados ingleses y alemanes, pero también a italianos, franceses, irlandeses, daneses y suizos. "El turista extranjero que viene a España en Semana Santa no se interesa solo por tradiciones y procesiones. De hecho, los más buscados son destinos urbanos como Barcelona y Madrid y destinos de playa", entre los que triunfa Mallorca, explica el portavoz de Trivago.

Aunque lo mejor no son los datos de Pascua. Son buenos, sí, pero lo mejor está por venir. Y esta vez no habrá que esperar a mayo, junio y la temporada alta. Según las previsiones que manejan touroperadores y hoteleros, en abril la ocupación seguirá superando el 65%, holgadamente por encima del umbral de rentabilidad de unos hoteles que, encima, están cobrando más caro que nunca. Y eso son dos grandes noticias para una isla que no veía desde hace más de un decenio ocupaciones estables en el 70% en primavera.