El incremento de lluvias de los últimos meses en el campo podrían reducir las pérdidas previstas, según el último informe de la dirección general de Agricultura y Ganadería de marzo.

A pesar del efecto positivo de estas últimas lluvias, las precipitaciones de enero y febrero se han situado por debajo de la media del año pasado, tal como informa la Agencia Estatal de Meteorología en una nota de prensa de la Conselleria de Medio Ambiente.

En la zona de Migjorn, los cultivos de cebada y avena presentan una baja densidad a causa de la germinación deficiente de las semillas aunque las lluvias de los últimos meses han permitido una mejoría del estado de dichas plantas. El triticale cuenta con buena densidad, así como el favó. Por contra, el guisante baja su producción.

Estos datos se analizarán en la próxima comisión técnica de sequía programada para el miércoles día 30 de marzo.