Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

José Vicente Marí Bosó: "Ante la corrupción tenemos que discursear menos y hacer más"

"En el PP balear debemos recuperar complicidades. Nos queda mucho por hacer respecto a la corrupción" - "Si me sugirieran optar a liderar el PP balear, no aceptaría. No toca. Ahora toca profundizar en la reflexión" - "Nosotros (PP) nos negamos a firmar con Montoro un acuerdo sin presupuesto, como ha hecho Armengol"

Marí Bosó posa para esta entrevista cerca de la sede del PP balear. Guillem Bosch

La gran coalición de PP, PSOE y Ciudadanos, un Gobierno de izquierdas o repetir las elecciones. ¿Se atreve a apostar por cual será el resultado?

—Debería haber una gran coalición porque es lo que interesa a las reformas que necesita nuestro país en los próximos años. En el PP consideramos, desde el día siguiente de las elecciones, que era necesario acordar con el PSOE las grandes políticas necesarias para los próximos años. Una vez pasada la no investidura del señor Sánchez, creo que hay que abrir un marco para poder dialogar sobre las reformas que necesita nuestro país. Ir a unas nuevas elecciones supondría un fracaso porque el mensaje claro de los ciudadanos el 20 de diciembre fue que pactáramos.

Pero yo le preguntaba por lo que cree que ocurrirá, no por lo que al PP le gustaría que ocurriera.

—Bueno, es que yo creo que debería ser eso. Creo que el PSOE reflexionará respecto a lo que ha pasado este mes. No ha sido capaz de concitar la confianza mayoritaria de la Cámara y existen proyectos muy escorados y radicales que no convienen a los españoles. Vamos a hacer todo el esfuerzo de convicción al PSOE para poder pactar un gobierno estable para España.

Rivera ha dejado claro que un acuerdo con el PP pasa por la retirada de Rajoy.

—Se entiende que esto lo plantee un partido que a lo mejor es unipersonal, muy Ciudadano Kane. Es posible que entienda que la solución de los problemas de los españoles pasa por eso. Yo creo que no es así. Podemos tener los mejores líderes, pero si no tenemos las ideas necesarias y la estabilidad necesaria para los próximos años, no haremos nada.

Si se repiten las elecciones, ¿Rajoy volverá a ser candidato?

—Yo creo que sí.

¿Y usted?

—Esto lo tiene que decidir el partido. Ya lo hicimos así en las pasadas generales. Si se repiten, hay que hacer los mismos procesos de designación, tanto en el partido en Balears como en el comité electoral nacional.

¿Pero aspira a repetir si hay nuevas elecciones?

—Cada cosa en su momento. Mis compañeros en Eivissa me pidieron que diera el paso y lo dí. Si hay esos procesos, estaré a lo que mis compañeros consideren que hay que hacer. Soy afiliado del PP desde 1990 y la primera vez que dije que sí a un cargo público fue en 2011. Tengo mi trabajo y considero que la dedicación a la actividad política pública es un paréntesis. Se trata de ayudar, como ayudan todos los ciudadanos desde asociaciones, circulos económicos.... También se puede ayudar desde la actividad política.

Al día siguiente de las elecciones del 20 de diciembre, resaltó que tanto PP como PSOE llevaban una tendencia de caída en las urnas desde las europeas y que era necesario hacer una lectura de ese proceso con el fin de adoptar las reformas necesarias. ¿Realmente la han hecho?

—Creo que los procesos de reflexión tras los resultados electorales sí se hacen. En el PP somos conscientes de que tras una legislatura muy complicada hemos tenido una pérdida de votos importante. Sabemos perfectamente qué cosas hemos hecho bien y mal. En Balears, tras las autonómicas, también hicimos un proceso de reflexión con la conferencia política. Es lo primero que hay que hacer. Estas cosas de perder las elecciones, pasar página y aquí no ha pasado nada no se puede hacer. Hay que saber qué ha pasado, por qué se ha producido y ponerle remedio.

¿Sigue pensando que el castigo de las urnas al PP el 20 de diciembre no se debió a los recortes y a las medidas económicas sino a la corrupción?

—Creo que es así. A lo mejor soy subjetivo, pero creo que si preguntamos a los ciudadanos por qué han retirado su apoyo al PP, la política económica sería la tercera o la cuarta razón.

¿Y tiene esperanzas de que el PP recupere ese apoyo con la corrupción ocupando cada día parte de las portadas de los periódicos?

—Lo importante en el tema de la corrupción es saber que es muy difícil evitar determinadas actitudes o comportamientos, pero que sí hay que garantizarle a los ciudadanos una respuesta rápida con medidas cuando se producen estos casos y también adoptar medidas de prevención. En la pasada legislatura se hicieron reformas legislativas importantes en este sentido. En Balears hace años que adoptamos decisiones contundentes.

En Madrid votan en contra de propuestas de comisiones de investigación parlamentarias. En Balears aceptaron la de Son Espases para aprobar con su mayoría unas conclusiones contra los partidos del Pacto.

—Aquí se nos exigió un determinado comportamiento, que hicimos de buen grado, que fue votar a favor de la creación de una comisión de investigación. Siempre se puede hacer más en materia anticorrupción. Pero creo que en corrupción hay que discursear menos y hacer más. Y sobre todo hay que hablar menos de la corrupción del de enfrente y mirar la de uno y tomar decisiones en la del propio partido político.

¿Usted es de los que defiende que lo que pasa en el PP es cosa de manzanas podridas en el cesto?

—No. Yo creo que ha habido un goteo persistente y constante de casos de corrupción y eso no se puede negar. Hay que poner todas las soluciones que sean necesarias. Por ejemplo, en determinados casos me preocupa la falta de controles de la propia administración más que otras cosas.

¿A qué se refiere?

—A que los procesos de contratación hay que cuidarlos y deben ser seguidos en todos los pasos. Quizá estaría bien crear una unidad de inspección de contratación, a nivel estatal, para hacer seguimiento de los procesos de contratación de las administraciones públicas.

¿Es usted la cara amable de consenso que aparecerá para tomar las riendas del PP balear cuando los aspirantes ya se han quemado en los meses previos con sus batallas internas?

—No, no , no. No lo creo. Asumí la presidencia del PP de Eivissa tras la renuncia de Vicent Serra porque los compañeros consideraron que era oportuno y en eso estamos.

¿No ha recibido sugerencias para poner la vista en la presidencia del PP balear?

—No.

¿Si se lo plantearan aceptaría?

— No. No toca. En mi partido hemos hecho una parte de la reflexión, pero hay que seguir haciéndola para profundizar políticas, modernizar mensajes, recuperar confianzas y complicidades con mucha gente que hemos ido dejando en el camino durante años. Eso es el debate que interesa a los ciudadanos. Lo demás, tiene poco interés. Podemos poner al mejor líder del mundo, que si no hay un proyecto político sólido, solvente y eficaz detrás que desarrollar no servirá de nada. Ahora estamos centrados en dar un Gobierno a España. Después hay que formular un proyecto nacional del partido que nos permita acoger a una más amplia mayoría de los ciudadanos. Hay que profundizar en eso, porque sino tenemos un agujero de cuarenta diputados en el centro.

Los de Ciudadanos.

—Sí. En Balears , en el proceso de las tres elecciones que van desde las europeas, pasando por las autonómicas hasta llegar a las generales, hemos perdido unos 75.000 votos. Es evidente que hay que hacer un esfuerzo para recuperar complicidades y confianzas.

¿En su opinión cuáles son los motivos de esa sangría de votos en Balears?

—Los motivos los sabemos. Pese a los esfuerzos en materia de corrupción, nos queda mucho por hacer. También seguramente, a veces gobernar y hacerlo en una situación difícil hace que aparezcas en una posición como fría, distante. En 2011 y 2012 la crisis hacía pasar muy mal a mucha gente. Había que explicar las cosas e intentar hacer entender que a veces determinadas decisiones a medio plazo traían beneficios.

¿Hay alguna medida, como exconseller de Hacienda, de la que se arrepienta o que a toro pasado vea que no era acertada?

—Me quedo con la espina clavada de que, a pesar de haber dado pasos importantes en el control administrativo y en los procesos de contratación, creo que podíamos haber hecho más. O que si hubiéramos tenido más tiempo, podríamos haber hecho más. Aún tenemos desequilibrios en las cuentas públicas importantes que hay que corregir. También me quedo con la espina clavada de que, aunque logramos cosas, no pudimos cambiar el sistema de financiación.

A los pocos meses de llegar el Govern del Pacto, Armengol se fue a Madrid y logró de Montoro compromisos que no habían conseguido usted y Bauzá. La presidenta les sigue acusando de haber agachado la cabeza ante Rajoy.

—Bueno, eso lo dijo la presidenta Armengol. Con poco estilo, por otra parte. Quiero recordar que el convenio de carreteras fue una sentencia que estaba en el cajón en 2011 y nos pusimos a reclamarlo. De los 333 millones obtuvimos 90 en 2013. Hicimos todo un importante proceso de poner el foco de inversión que se dirigiera a añadir valor y reclamamos dinero de Madrid para el tratamiento y depuración de aguas, para lo que logramos del Gobierno central un proceso de inversión importante.

En Eivissa hubo serios problemas de falta de agua el pasado verano porque las infraestructuras no estaban a punto.

—Es que de la depuradora de Eivissa hablamos hace veinte años y ahora está adjudicado el contrato. La de Santa Eulària igual. Eran problemas que llevaban veinte años encima de la mesa y se solventaron con los presupuestos generales del Estado de 2014 y 2015, gracias al trabajo de Company, Bauzá, Saez de Santamaría... Fruto de ese trabajo previo, el Gobierno de España acordó un protocolo de intenciones con la señora Armengol. También tengo que decir que nosotros nos negamos a firmar un protocolo de intenciones sin partida presupuestaria encima de la mesa. En los presupuestos de 2016 no hay partida para ese acuerdo firmado por Armengol.

¿Acepta que la mitad del incumplimiento de déficit de 2015 corresponde al Govern del PP, como dijo Armengol?

—Rodolfo Martín Villa decía que entre los ministros de Interior de la democracia había cierto hilo de solidaridad. Eso mismo es aplicable a los consellers de Hacienda de la Comunidad Autónoma. Dicho esto, en el traspaso de poderes la Intervención General tenía una previsión de cierre del 1,1 de déficit con fecha de dos de julio de 2015, por lo que quedaban seis meses por delante. Al final 2015 ha cerrado con el 1,51. Balears tiene un déficit estructural que es muy complicado bajar sin una modificación del sistema de financiación. También creo que el crecimiento económico que devolvimos a las islas nos permite ser más optimistas, porque nos permite tener recursos para subir un poco el gasto en educación, sanidad o servicios sociales y a la vez cumplir el objetivo de déficit. Pero para eso hay que tener ganas de cumplirlo y yo lo que veo es que el Govern directamente dice que no lo puede cumplir y no lo quiere cumplir.

Después de utilizar a fondo las tijeras, se despidió como conseller dejando una deuda de casi 9.000 millones de euros.¿De qué sirvieron tantos recortes?

—Es que entramos al Govern con 1.300 millones de déficit cada año y salimos con 400 millones anuales. Y no es solo el recorte. Esa diferencia, enjuagar 900 de millones de euros, viene por un lado por el incremento de ingresos y por otro evidentemente por el ajuste de gasto que era muy elevado y no se podía pagar. En los datos de cierre de déficit de 2015 se observa que respecto a 2014 se han recaudado 100 millones más en tributos cedidos. El sistema de financiación ha aportado 170 millones más. Es decir, casi 270 millones más fruto de haber devuelto a Balears al crecimiento. Son fondos que se pueden destinar a políticas públicas.

Armengol ya ha anunciado que pedirá al Gobierno central la condonación de parte de la deuda de Balears al considerar que está provocada por la mala financiación. ¿Está de acuerdo?

—Tenemos un sistema de financiación que nos perjudica. Pero yo soy partidario de ser muy firme en la reclamación y a la vez hacer los deberes. Me parece que el actual Govern pone demasiado por delante el que esto me lo condone el Estado, que además me de 500 millones más del sistema de financiación y que todo lo van a arreglar los demás. Lo que hace menos es concentrarse en arreglar también su parte. Pedir que se condone parte de la deuda es un mal mensaje, pero seguramente en el proceso de discusión del sistema de financiación habrá que plantear no sé si la condonación, pero sí acuerdos. Nosotros, por ejemplo, conseguimos el tipo cero en el FLA, que ha supuesto en 2015 un ahorro de 86 millones para la Comunidad. Es cierto que no se modificó el sistema de financiación, pero se pusieron instrumentos financieros que suponían un alivio en la carga de intereses de la comunidad.

¿Respiró cuando dejó el Parlament al no tener que seguir escuchando aquello de la herencia recibida?

—No, yo creo que en el Parlament a veces nos perdemos en debates un poco prosaicos, pero escuchando a los compañeros uno aprende y ve cosas que puede cambiar. Esa es la finalidad del Parlament, hablar entre todos y corregir lo que haya que corregir.

¿Qué es lo peor que ha oído o que peor le ha sentado de lo dicho por el actual Govern respecto a su gestión?

—No he oído nada que me haya sentado mal. Lo que sí me ha sabido mal es que se suspendiera la aplicación de la Ley de Finanzas. Creo que era un instrumento imprescindible de control de la actividad económico financiera de la Comunidad. Preveía, por ejemplo, que determinadas inversiones las tuviera que aprobar el Parlament, o que cuando fijamos una inversión sepamos también los gastos de mantenimiento de los años siguientes. Son cosas que, aunque no lo parezca, previenen la corrupción.

Compartir el artículo

stats