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Turismo

Los hoteles adelantan la temporada, que empieza con zonas llenas ya en Pascua

Destinos como Andratx, Pollença, Sóller, Peguera o Alcúdia, que han apostado por el turismo activo y el deporte, madrugan más, y con éxito

Unos pintores repasaban, el jueves, la fachada de un hotel de Platja de Palma.

"Esta mañana he estado intentando encontrar sitio para un grupo de ocho personas y nadie tiene. Imagina cómo estamos en Semana Santa". La anécdota es de Carmen Zierer, de la agrupación de hoteleros de Pollença, que ilustra a la perfección lo que le espera a Mallorca a partir esta Semana Santa: el lleno de los hoteles que abran sus puertas. Y de buena parte de los apartamentos, tanto los legales como los ilegales. Lo confirman tanto en los propios grupos hoteleros como en sus asociaciones y en las webs que comercializan el alquiler a turistas, que apuntan a ocupaciones siempre por encima del 70%, con llenos en algunas zonas de gran demanda.

Es el caso de Pollença, Andratx, Sóller, Peguera o Platja de Palma. Y por supuesto, es el caso de Palma, que por méritos propios se ha convertido en el corazón de la lucha (hasta ahora siempre pérdida) contra el concepto de nombre más feo: la estacionalidad. Este año la estacionalidad se disuelve cual azucarillo en unos días: esta Semana Santa tempranera marcará también el inicio de una de las temporadas más madrugadoras, acelerada por el impulso de unas reservas que superan las magníficas cifras del año pasado desde esta misma primavera. Y hasta noviembre. Y con un añadido más, la guinda del pastel más suculento: la rentabilidad sigue subiendo, con precios hoteleros entre un 3% y un 7% más altos que el año pasado. Con lo que ni el temido Impuesto Turístico hará mella en una campaña solo amenazada por los problemas de abastecimiento de agua y saneamiento de residuales de los que advierten tanto los hoteleros como el propio Govern, quejosos con los años de recortes y parálisis inversoras que han dejado las depuradoras y las desalinizadoras en el chasis. Amenazando colapso.

Fuera de eso, todo son referencias que hablan de euros multiplicados como panes y paces, solo que el milagro mitológico cristiano nace esta vez en tierras musulmanas: la debacle que sufren Turquía, Egipto y Túnez, golpeadas por atentados de fundamentalistas religiosos, obliga a los touroperadores españoles y extranjeros a refugiar a todos sus clientes en otras regiones. Y ahí están haciendo el agosto ya en primavera tanto las islas Canarias como las Balears. En Canarias hace semanas que es imposible encontrar hotel para Pascua. Y en Balears empieza a ser difícil conseguir un buen lugar para hospedarse.

Y no solo porque la demanda es alta, sino porque aunque este año la apertura de hoteles es más temprana en casi todas las zonas, en algunos destinos siguen optando por esperar a la segunda quincena de abril. Es el caso de Magaluf y Palmanova, cuyo presidente de agrupación hotelera, Sebastiá Darder, explica que la demanda británica de la que se alimentan va estupendamente, pero su mercado de referencia no justifica una apertura en marzo, cuando la actividad no va a ser mínimamente intensa hasta abril. Así que esta Semana Santa Magaluf y Palmanova estarán operativos al 25%, con 7.000 de las 28.000 plazas abiertas. Solo a finales de abril se alcanzará el 50% de habitaciones activas.

El caso de Palmanova-Magaluf es peculiar, por su gran ligazón al cliente británico. En el resto de zonas madrugan más. El caso de Pollença y Peguera, con un 80% de la planta abierta y reservas para Semana Santa superiores al 80% es significativo. Y tiene eco en otros puntos como Andratx, Sóller o Platja de Palma, que ya inauguran su temporada hotelera con cifras de actividad superiores en ambos casos al 50% y ocupaciones cercanas al 80%. Peguera se acercará al 60% de aperturas, como la zona de Portals y Bendinat, mientras Illetas y Platja de Palma se estrenan a medio gas, con la mitad de la planta hotelera en marcha y la otra mitad aún en obras de reforma o con retoques de cara a unas aperturas que el 1 de mayo habrán llegado para todos los hoteles. En Palma no hace falta hablar de aperturas. Nadie cierra ya. Y las cifras de reservas son muy jugosas. Si en el conjunto de Mallorca se espera una ocupación media de la planta disponible de en torno al 70%, en la ciudad esa cifra se acercará al 100%.

Vigor después de Pascua

¿Y luego? Que esa es la clave en el caso de una temporada tan madrugadora: ¿Qué esperan quienes abren tan pronto? Pues este año, dicen, el bajón que sigue a Pascua no será tan acusado. De hecho, por eso se estrenan tan pronto: en los destinos explican que la Semana Santa en sí, por mucho interés mediático que despierte su simbolismo de inicio casi oficial de la temporada, impacta poco en la facturación anual del sector turístico balear. La buena noticia es que este año sirve para que la campaña de hoteles (y las contrataciones de trabajadores que suponen) empiece antes. Lo explica a la perfección Antoni Mayol, presidente de los hoteleros de Peguera, que están entre los más madrugadores: "Este año, con lo que está pasando en destinos como Turquía y Túnez, no habrá tanto bajón después de Semana Santa, aunque en realidad no es tanto que bajen los clientes que llegan a Mallorca después de Pascua, que no es el caso, como que hay que repartirlos entre más hoteles abiertos, pero este año el efecto será menor", explica Mayol, que adelanta que en Peguera esperan en abril ocupaciones por encima del 60%, el umbral a partir del que un hotel es rentable.

Con lo que la temporada arranca fuerte e irá más ya desde primavera. El verano viene de récord. Y el invierno no fue tan malo, dicen en destinos como Alcúdia y Peguera, que han dado con la tecla para plantarle cara a la estacionalidad: deporte. Senderismo, ciclismo, tenis, golf y running hacen a Mallorca menos dependiente del sol y playa, que seguirá dando éxitos en un verano histórico para el negocio. Otro.

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