Alberto Aza, el exjefe de la Casa del Rey con don Juan Carlos, aseguró al tribunal que en su día no supo que la infanta Cristina era socia de Aizoon con su marido o que era vocal del Instituto Nóos, criticado por el Partido Socialista por organizar con fondos públicos unos eventos insulsos y carísimos.

"Yo no lo sabía que estuviera en el Instituto Nóos doña Cristina, me parecía irrelevante. En aquel momento no me llamó la atención: tenían (los exduques de Palma) su vida privada y eran actividades correctas. Ahora le concedería la relevancia que ha tenido, después de todo lo que ha ocurrido, como se ve el que estemos aquí", aseveró el exhombre de confianza del rey Juan Carlos.

El testigo también mantuvo que se enteró por la prensa de que la hija del entonces jefe del Estado era socia al cincuenta por ciento de la consultoría e inmobiliaria Aizoon, pero insistió en que los negocios de Iñaki Urdangarin no eran irregulares, pero sí poco adecuados a un miembro de la Familia Real.

Para el exjefe de la Casa del Rey los proyectos de Iñaki Urdangarin en Nóos y sus trabajos como consejero o asesor de grandes empresas eran temas particulares, "en los que la Casa ni entiende ni tiene por qué entender, porque no eran de su competencia al no ser institucionales".

Nunca despaché con él

Manuel González Peeters, abogado del exnúmero dos de Nóos Diego Torres, preguntó a Alberto Aza con qué frecuencia despachaba con Iñaki Urdangarin y el declarante, sorprendido, respondió que nunca se entrevistó con el exduque de Palma en la Zarzuela porque no tenía sentido.

Diego Torres e Iñaki Urdangarin han insistido en que el funcionario de Hacienda Federico Rubio era el encargado de hacer la declaración de la renta de doña Cristina y que desde Nóos se le pasaba anualmente información fiscal del segundo.

Aza tiró balones fuera: "solo conozco a Federico Rubio de haberle saludado por la Zarzuela" y "la Casa del Rey no podía recibir nunca documentación privada del señor Urdangarin sobre sus declaraciones de la renta".