El abogado defensor Manuel González Peeters intentó en todo momento desacreditar el testimonio del asesor fiscal, hasta el extremo de que la presidenta del tribunal tuvo que llamarle la atención por el tono de sus preguntas. Pero estos intentos de la defensa de Diego Torres fracasaron. El testigo mostró solvencia y supo enfrentarse al interrogatorio. No solo quiso que quedara muy claro que él se limitó a anotar en el ordenador los datos de las operaciones económicas que le comunicaban sus clientes (Urdangarin y Torres), sino que también insistió en que su función como asesor no se incluía la de comprobar cada factura que le entregaban para después declararla en Hacienda. Tampoco analizaba los contratos que se firmaban.