El pleno del Parlament aprobó ayer, con los votos de los partidos del Pacto, iniciar los pasos para pedir al PP balear que devuelva la subvención electoral por un importe de 1.107.256 euros correspondiente a la campaña de 2007, después de que el exgerente del partido y cuñado de Jaume Matas, Fernando Areal, admitiera el pasado año ante el tribunal el pago de 72.000 euros en negro a Nimbus Comunicación. La proposición no de ley, presentada por Més, salió adelante tras un bronco debate que acabó con un duro enfrentamiento entre PP y Podemos, con el actual presidente de los populares de las islas, Miquel Vidal, espetando a gritos a Alberto Jarabo, líder del partido morado: "ladrón será usted".

Los representantes del Pacto habían arremetido contra el PP con dureza, pero Jarabo fue especialmente contundente, acusando a los populares de haber practicado "la omertà, el silencio de la mafia" desde los tiempos de Gabriel Cañellas y de "confundir la política con el crimen organizado", además de "mentir" cuando hablan de sus esfuerzos contra la corrupción. "Devuelvan el botín del saqueo" instó a los populares antes de emplazar a Vidal a hacer "limpieza" en sus filas. Vidal pidió la palabra por alusiones y visiblemente indignado dijo a Jarabo que debería sentir "vergüenza" por apoyar al PSOE que, según sostuvo, es "el más corrupto de España"

Durante el debate, los partidos del Pacto acusaron de corrupción generalizada al PP, repasando los distintos casos que le afectan tanto en Balears como en el Estado. "El PP tiene que decidir hoy de una vez si está con los chorizos o con la democracia, si quiere ser un partido honrado o un partido imputado", afirmó Nel Martí, de Més, quien incidió en que la corrupción "es cara económica, moral y democráticamente". Su compañero de filas David Abril tampoco ahorró reproches a la bancada popular, a la que dijo que tenía "una oportunidad única para dignificar su partido". El socialista Andreu Alcover afirmó que los populares "se bastan solos para desprestigiarse" con su actitud ante la corrupción.

El popular Antoni Camps, encargado de defender a su partido, sostuvo que el PP "rechaza tajantemente la corrupción" y tildó la propuesta de Més de "ignominiosa". Afirmó que la iniciativa es "una patada a la espinilla del Estado de Derecho" ya que supone "convertir al Parlament en un tribunal" sin respetar la separación de poderes entre el legislativo y el judicial.

Tras estas palabras, optó por repartir acusaciones de corrupción al Pacto. A Més le dijo que practicaba "una corrupción de baja intensidad" con "su capricho de tener dos grupos parlamentarios (Més per Mallorca y Més per Menorca), que cuesta 250.000 euros". Sobre Podemos, dejó caer "su posible financiación irregular". El ataque más duro lo lanzó al PSOE, al que acusó de ser "el partido con más casos de corrupción y que más ha defraudado en España".

Caso Multimedia

Camps emplazó al Pacto a crear ya la Oficina Anticorrupción y llevar a ella de inmediato el caso Multimedia, en el que está imputado el exsenador socialista Antoni Manchado, un asunto sobre el que Podemos y Més, socios de legislatura del PSOE, no han ocultado su rechazo. En los pasillos del Parlament, Jarabo reiteró su petición al PSOE de que suspenda de militancia a Manchado, mientras que Abril sostuvo que si el exsenador "fuese militante de Més, ya habría causado baja". La socialista Pilar Costa dejó claro que su partido no actuará por "la presión" de Podemos y Més y consideró que aún no hay motivos para suspender de militancia a Manchado.

El Pacto no logró el respaldo de El Pi, que se abstuvo, ni de Ciudadanos, que apoyó los puntos por los que se instaba a la Sindicatura de Comptes y al Tribunal de Cuentas a revisar la contabilidad electoral del PP balear de 2007, pero no a que el Govern pida un informe al Consell Consultiu sobre la nulidad del pago de la subvención electoral y la devolución de la misma.