Mario Sorribas, un empleado que trabajó para empresas y entidades del grupo Nóos entre 2004 y 2009, explicó ayer por la tarde al tribunal que trabajó unos meses como consultor en las habitaciones del palacete de los exduques de Palma que ocupaba Aizoon. Sorribas, a preguntas del fiscal Pedro Horrach, manifestó que Iñaki Urdangarin y Diego Torres rompieron sus negocios en 2008, cuando el cuñado del rey Felipe VI se desmarcó de la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social (FDCIS), la sucesora de Nóos, para dedicarse a sus tareas en Telefónica.

El testigo narró como se dedicó a tareas de logística en los foros organizados por Nóos en Palma y Valencia, así como a tareas de comunicación. También hizo de consultor y otras funciones.

"En el Instituto Nóos mandaban Diego Torres e Iñaki Urdangarin, pero con mayor exhaustividad lo hacía Diego Torres", coincidió el testigo con otros antiguos empleados del grupo.

Sorribas, que llegó a estar imputado en el sumario y al que se le considera un presunto testaferro de Iñaki Urdangarin, dijo que durante unos meses en 2009 iba cada día a trabajar al palacete de los duques de Palma en Pedralbes, aunque allí no coincidió con otros empleados de Aizoon.

Sorribas fue el redactor de un argumentario incautado por la Policía y destinado a justificar la presencia de Iñaki Urdangarin en FDCIS ante preguntas de periodistas.

"Le pasamos ese argumentario a Urdangarin y él hizo algunos cambios, lo modificamos y ya no sé que recorrido tuvo ese argumentario", recordó el testigo. Según Sorribas, Torres le encargó redactar ese argumentario.