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El juicio del caso Nóos

Los juristas afirman que Miguel Tejeiro está obligado al secreto profesional

Los abogados recuerdan que no se trata de un derecho, sino de una obligación legal y si no se cumple puede conllevar pena de prisión

Fernando Mateas y Bartomeu Vidal.

El juicio del caso Nóos ha abierto un nuevo debate, que se extiende más allá del fondo del juicio. Un debate que se centra en determinar el límite del secreto profesional que debe respetar un abogado cuando declara como testigo en un juicio. Una situación que volverá a sufrir hoy Miguel Tejeiro, el antiguo asesor tributario de Diego Torres e Iñaki Urdangarin, a quien el tribunal ha marcado los límites del secreto profesional que debe respetar. Esta situación se produjo ante la advertencia del defensor de Torres, situación que provocó la reacción del fiscal Pedro Horrach, que la tachó de "fraude procesal", porque limitaba al testigo, ya que no iba a explicar todo lo que sabía sobre los manejos tributarios del instituto Nóos.

A la espera de que Miguel Tejeiro vuelva hoy a declarar, los juristas consultados por este periódico tienen puntos de vista bastante coincidentes sobre los límites del derecho profesional que afecta al abogado. Antoni Vicens, abogado penalista, entiende que cualquier materia que entre en las competencias reservadas en el estatuto general de la abogacía han "de estar amparadas por el secreto profesional". Si no fuera así, esta situación "provocaría una lesión al derecho de defensa y a la tutela judicial efectiva". El jurista afirma que, por encima de la averiguación de un delito, está la obligación de un abogado al secreto profesional.

El abogado Eduard Vila no tiene el mismo punto de vista, sobre todo aplicando la teoría a la polémica que se ha abierto en el caso Nóos. El letrado cree que el límite al secreto profesional del abogado se debe situar en la frontera del delito de obstrucción a la justicia. "El honor no es un límite". Vila entiende que si Miguel Tejeiro puede contar hechos que afecten al honor de algún acusado, el tribunal debería tener en cuenta las especiales características de este caso y la fuerza mediática que conlleva, que en cierta forma ha supuesto que los acusados "ya están socialmente condenados". El letrado coincide con su compañero en que la jurisprudencia no es muy clara sobre este asunto, que no suele ser objeto de estudio porque son muy limitadas las ocasiones en las que se produce este conflicto de intereses.

Asesor tributario

Bartomeu Vidal, en cambio, también entiende que el abogado, aunque no actúe como defensor y lo haga como asesor fiscal, también está afectado por este secreto. Cree que Miguel Tejeiro no podrá contar "nada que hubiera conocido en su condición de asesor de sus clientes", puesto que tiene la obligación de no perjudicarles con su declaración. Vidal rechaza que se trate de una maniobra procesal de uno de los abogados defensores, como denunció el fiscal Pedro Horrach.

El abogado penalista Fernando Mateas coincide con su compañero y mantiene que "el secreto profesional no es ningún derecho, es un imperativo legal". Recuerda que la vulneración de dicho secreto lleva aparejada una pena de prisión y además el abogado pierde la posibilidad de continuar ejerciendo esta profesión. Tiene muy claro que ningún asesor legal puede contar en un juicio, aunque esté declarando como testigo, ningún detalle de un caso al que ha tenido conocimiento a través de su actividad profesional. Por ello, recuerda que únicamente puede ser el cliente que exima a un abogado de este secreto. En el caso de Miguel Tejeiro ninguno de sus antiguos clientes, es decir, ni Urdangarin ni Torres, le han eximido de dicho secreto.

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