Ya se conoce el nombre de la primera persona que dirigirá la facultad de Medicina de Balears: Margalida Gili Planas, profesora titular del departamento de Psicología de la Universitat, será la primera decana y la encargada de poner en marcha estos estudios.

Así lo ha decidido el rector, Llorenç Huguet, quien firmó el jueves su nombramiento. La doctora Gili fue secretaria general de la Universitat durante los años 2000 y 2003 y estuvo al frente del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias de la Salud (IUNICS) entre el 2004 y el 2006, contribuyendo a su arranque.

Esta experiencia gestora, así como sus años de carrera investigadora en el ámbito de la salud (ha publicado más de 70 artículos en revistas internacionales reconocidas sobre enfermedades mentales y colabora en redes de cooperación como la del instituto Carlos III) han sido determinantes para su nombramiento.

Mecanismos "internos"

"Conozco bien los mecanismos internos y administrativos", indicó a este diario Gili, quien recordó que este nombramiento es temporal y con una misión concreta: tenerlo todo a punto para que estos estudios empiecen a impartirse el próximo septiembre (una fecha de inicio que en la Universitat ya nadie cuestiona porque aunque aún no se ha firmado el pertinente convenio de financiación se da por sentado que es algo inminente).

La psicóloga estará en el cargo "seis u ocho meses" y después se convocarán elecciones para que los profesores de la facultad voten y elijan a su decano. Ella es consciente de que los plazos son ajustados y ha comenzado ya a dar pasos.

"Hay mucho trabajo que hacer", razonó Gili, "empezar a pensar en la docencia, en espcios... hay que tenerlo todo listo". La decana ayer dirigió la primera reunión con jefes de distintos departamentos para ir perfilando la lista de futuros profesores.

Definir contenidos

En principio, según declaró Gili, para el primer curso todos los profesores serán de la propia Universitat. La psicóloga subrayó que hay muchas cosas que planificar y que primero trabajarán para definir los contenidos de cada asignatura para después elegir a los profesores.

En la reunión de ayer participaron representantes de departamentos de Biología, Matemáticas, Enfermería y Fisioterapia, Física y Psicología, aunque, como señaló Gili, eso no significa que no vayan a requerir profesores de otros departamentos [como de Economía, si se plantea una asignatura de Economía de la Salud; o de Derecho, para la materia de Ética]. Insistió en que el primer encuentro de ayer fue muy informativo.

La puesta en marcha de cualquier estudio universitario supone una avalancha de burocracia. Cabe recordar que desde la entrada en vigor del Plan Bolonia (o Espacio Europeo de Educación Superior) a la hora de definir cada asignatura debe redactarse también una guía docente y una programación.

La idea de Gili es dejar ya planificado el primero y el segundo curso, ya que la organización se hace por áreas de conocimientos y hay asignaturas de 1º que se amplían en 2º (como Bioquímica I y II, por ejemplo).

El tiempo corre y aprieta la amenaza de que el Consejo de Universidades apruebe una moratoria que impida la apertura de nuevas facultades de Medicina durante diez años. Otro factor que añade presión es la competencia: Balears quiere ofertar 60 plazas, no es la única comunidad que quiere abrir una nueva facultad y Madrid quiere limitar a cien las nuevas plazas de Medicina para todo el país.

Diez posibles facultades

La UIB tiene constancia de una decena de posibles proyectos de nuevas facultades, incluyendo dos en Madrid; dos en Andalucía; una en Navarra (sería la primera facultad pública de la región) y dos en Cataluña (una en Vic, contra la que se han pronunciado el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina, asegurando que supondría un aumento del numerus clausus y la insostenibilidad del sistema de formación sanitaria, los mismos argumentos que usa para rechazar la apertura de la facultad balear).

Balears y La Rioja son las únicas comunidades que no tienen Medicina y desde la UIB y el Govern se defiende su implantación como la manera de elevar la categoría de la docencia de la Universitat e impulsar la investigación sanitaria.

Al margen de los pasos a nivel administrativo y académico que se den, aún queda pendiente de que se firme el pertinente convenio de financiación entre Universitat, Educación y Salud. Según los cálculos iniciales de la UIB y el Govern, para 2016 bastaría con dedicar 600.000 euros. Fuentes de la Universitat señalaron a este diario que este convenio presumiblemente se aprobará en el Consell de Direcció de la institución la próxima semana.

Además de este convenio -que debe cerrarse antes de que acabe este mes para llegar a tiempo a organizarlo todo a tiempo para septiembre-, el Govern y la UIB están pendientes de que la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) dé su visto bueno a la actualización del plan de estudios y a otros trámites más.