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Salud

Los tratamientos de diálisis, mejor en casa

Son Espases alcanzará este mes la cifra de 60 pacientes con insuficiencia renal, el 27% del total, que se dializan en sus domicilios: Una acción que eleva su supervivencia en los 2 primeros años a menor coste y con mayor calidad de vida

La doctora Maria Antònia Munar y el doctor Gonzalo Gómez, en los pasillos de Son Espases.

La insuficiencia renal puede tratarse hoy en día acudiendo al hospital que el paciente tenga asignado para someterse a una hemodiálisis o bien en tu propia casa con un tratamiento conocido como diálisis peritoneal en la que el propio enfermo se hace la transferencia con agua y electrolitos para suplir la función del riñón a través de un catéter (un tubo hueco flexible) que previamente le ha sido colocado en la parte baja del abdomen.

Con motivo del día mundial de riñón, celebrado ayer, los nefrólogos Gonzalo Gómez, jefe de sección de este servicio en Son Espases y responsable de los trasplantes renales del hospital de referencia, y Maria Antònia Munar, responsable de la unidad de diálisis peritoneal, quieren resaltar las bondades de este último tratamiento en el que Son Espases es uno de los hospitales más adelantados del país.

“En el conjunto del país, el porcentaje de pacientes que tienen que someterse a diálisis y que lo hacen en sus propios domicilios rondará en estos momentos el 15%. Es cierto que hay comunidades autónomas que van más adelantadas, como el País Vasco y Asturias, donde este porcentaje de enfermos que se hacen la diálisis peritoneal asciende hasta el 20%. Y en Balears no les vamos a la zaga y estaremos en un porcentaje de pacientes que se dializan en su propia casa cercano al 19%”, explica el doctor Gómez.

Pero, dentro de las islas, Son Espases es el modelo a seguir ya que el hospital de referencia alcanzará en este mes de marzo la cifra de 60 pacientes que se tratan en sus propios domicilios, cifra que sobre el total de enfermos con insuficiencia renal crónica que trata este centro sanitario supondrá aproximadamente el 27% del total, uno de los mayores porcentajes de todo el país. “En dos años hemos pasado de tener veinte pacientes en diálisis peritoneal a los 60 que alcanzaremos este mes”, resaltan ambos profesionales.

Y de estos buenos resultados la doctora Maria Antònia Munar achaca gran parte de culpa a la labor informativa y formativa que realizan las enfermeras de sus departamento.

“Nos estamos acercando ya a los objetivos marcados por la estrategia de la enfermedad renal crónica marcados para Balears, que recomienda que el treinta por ciento de los pacientes que tengan que someterse a diálisis lo hagan en sus propios domicilios “, se congratula el jefe de sección de Nefrología.

La doctora Munar tranquiliza a las personas reacias a someterse a estos procesos en la soledad de sus casas, huérfanos del consejo y de la asistencia de un profesional sanitario: “Si el paciente da su consentimiento, le formamos durante aproximadamente un mes sobre cómo llevar a cabo la diálisis peritoneal en su casa. Para ello ha de venir durante este periodo de tiempo a la unidad de cirugía mayor ambulatoria para que le coloquemos el catéter por el que se va a dializar y le enseñemos a hacerlo de manera segura. No es nada complicado”.

“Es como tomarse una medicación con la diferencia de que este comprimido es estar conectado durante unos quince minutos a través del catéter hasta completar el intercambio. ¿Cuántas veces ha de hacerlo al día? Dependerá del estado de cada enfermo y del tiempo que le dure el efecto de la medicación”, añade el doctor Gómez. Y las ventajas de estos tratamientos son muchas, en opinión de estos dos profesionales. La primera de ellas, en la que coinciden ambos, es que los índices de supervivencia en los dos primeros años de tratamiento es mayor entre los pacientes que se hacen la diálisis peritoneal que entre los que acuden al hospital para someterse a hemodiálisis. “Pasados estos dos primeros años, los porcentajes se igualan”, conceden.

“También mejora mucho la calidad de vida del paciente, que de esta manera se puede planificar mejor su existencia, sin tener que acudir regularmente al hospital”, añade la nefróloga Munar.

“Y, aparte de estas ventajas, hay un componente económico: El coste anual de un paciente en diálisis peritoneal es unos doce mil euros más barato que el de uno que se somete a hemodiálisis”, apunta el jefe de sección de Nefrología antes de recalcar que, ni mucho menos, esa es la causa por la que se intenta aumentar el porcentaje de enfermos que se dializan en sus propios domicilios.

Los especialistas añaden que los pacientes con problemas cardiacos toleran mejor los tratamientos realizados en su propio domicilio que la hemodiálisis y, en el sentido contrario, descartan como candidatos a la peritoneal a todas aquellas personas que hayan sido sometidos a cirugías abdominales agresivas. Y es que no hay que olvidar que el catéter por el que se limpian los desechos de la sangre, se eliminan los líquidos extra y se controla la química del cuerpo cuando fallan los riñones, se coloca en el abdomen.

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