Vistos los problemas de abastecimiento y saneamiento que reconoce el Govern, no está claro si este verano habrá agua para todos, lo que sí se sabe con certeza es que la isla vivirá permanentemente en hora punta. Llena. Abarrotada. Quizá atascada. Lo confirmaron ayer los touroperadores alemanes y los hoteleros mallorquines, que coinciden en el principal diagnóstico: este verano habrá más alemanes que nunca, que además pagarán más que otras veces. Y no precisamente por el euro y pico adicional de un nuevo impuesto turístico que los alemanes dicen que no les da miedo, sino porque los precios del alojamiento acumulan subidas de entre el 3 y el 7% respecto al año pasado. Con lo que la ocupación será máxima y la rentabilidad, también, tanto para la caja pública como para la de los empresarios privados.

La principal razón del éxito hay que buscarla fuera de la isla. Y fuera de la razón: en el delirio terrorista que golpea destinos como Turquía, Túnez o Egipto, que sufren una sangría turística sin precedentes. Los datos facilitados ayer estremecen: Túnez pierde el 75% de sus clientes, mientras Egipto se deja un 45% y esa Turquía que hasta ayer era el gran rival se desploma un 35%. Las familias alemanas no quieren sustos, y se refugian en su refugio, en sus islas, las Balears y las Canarias, que se han quedado sin más rivales que ellas mismas. La consecuencia es que los touroperadores reconocen subidas fuertes de contratación, del 30% en Canarias, y del 6% en Mallorca, un destino que crece menos que los canarios porque está ya mucho más lleno. Es decir, porque no hay sitio para nadie más. Ni para alemanes, ni para esos rusos que han abandonado Turquía en estampida: simplemente, no hay camas, algo que hace que touroperadores como Alltours, DER, Thomas Cook y TUI lleven tiempo a tortas por conseguir plazas y abrazados a la estrategia de construir sus hoteles en Mallorca.

Y eso que los touroperadores hablan de un retraso en las reservas de vacaciones de las familias alemanas, temerosas de la seguridad, algo que los hoteleros mallorquines no han notado. Más bien al contrario, dice Inma Benito, presidenta patronal, que asegura que la temporada ofrecerá "niveles incluso superior al 2015, como un 3% más", algo que achaca a que los alemanes están adelantando sus compras "por miedo a quedarse sin el hotel que les gusta". Tanto es así que Benito y otros hoteleros de referencia confirman que los meses centrales tienen el éxito garantizado. Y que las ofertas para vender hace tiempo que se retiraron.

Con todo, la previsión es que la campaña dure ocho meses. Y empieza ya: en Semana Santa abrirán más de la mitad de lo hoteles, para no cerrar ya hasta mediados o finales de noviembre. Y algunos ni eso: Jet2, el touroperador que este año se animó a iniciar operativo en febrero, el invierno que viene tiene intención de madrugar aún más. Mallorca vive en hora punta.