José Miguel Echávarri, el histórico director del equipo ciclista Banesto, en el que entre otros militaron Perico Delgado y Miguel Indurain, confirmó ayer que "no fue suya" la decisión de que el Instituto Nóos gestionara la oficina de seguimiento de la formación después de que el Govern decidiera patrocinar al equipo, rebautizado como Illes Balears y con un coste de 18 millones de euros.

Echávarri, que en estos momentos vive apartado de la actualidad del equipo ciclista, fue citado ayer por el tribunal del caso Nóos para que declarara como testigo y explicara de qué forma se había gestionado el patrocinio y la posterior creación de esta oficina de seguimiento, que supuso un coste de 300.000 euros. Jaume Matas, en su declaración como imputado, señaló que este proyecto era la comisión que había pagado el Govern a Iñaki Urdangarin, que fue quien le ofreció, tras disputar una partida de pádel en Marivent, la posibilidad de que el Ejecutivo pudiera patrocinar este equipo ciclista.

El exdirector deportivo del equipo Illes Balears confirmó, a preguntas del fiscal, que esta oficina externa a cargo de la empresa que tenían Iñaki Urdangarin y Diego Torres "vino impuesta por el Govern" y estaba relacionada con el patrocinio.

Tanto el marido de la Infanta como su exsocio señalaron que toda la gestión de este asunto del equipo ciclista la realizó un empleado, Juan Pablo Molinero, al que consideraron el mejor especialista de este deporte. Coincidieron en que contraron a Molinero para que trabajara en Nóos, porque tenía en exclusiva la búsqueda de un patrocinador. Echávarri aclaró que, en efecto, fue Molinero quien le propuso la posibilidad de buscarle un nuevo patrocinador, ya que estaba a punto de cumplirse el contrato con Banesto. El gestor, que en ese momento trabajaba para otra consultora, le señaló a Echávarri que el nuevo Govern de Balears, presidido por Matas, "tenía mucho interés en organizar temas deportivos". El acuerdo se firmó cuando Molinero ya trabajaba para Nóos.

Echávarri manifestó que "en ningún momento hablé con Urdangarin", desconociendo incluso en el momento de la firma del patrocinio que "estuviera detrás del Instituto Nóos". Ni tampoco "conocía a Diego Torres, pese a que fue el directivo que firmó los contratos" que avalaban dicho patrocinio. En cambio, afirmó que siempre entendió que Molinero "hablaba en nombre de Nóos".

Según el exdirector deportivo, a quien la presidenta del tribunal le tuvo que llamar varias veces la atención por sus "vaguedades", explicó que una vez firmada la operación le daba la impresión de que "todos eran muy amigos", refiriéndose a Urdangarin, Ballester y Molinero.

Sin embargo, Echávarri mostró su satisfacción por el resultado de dicha oficina de seguimiento.