La búsqueda de aquello que puede unir a personas sin menospreciar tantas cosas que las separan es el tema central del quinto Encuentro Euromediterráneo de los Altos Grados Escoceses. "Dejando de lado la ingenuidad, intentamos que el espacio masónico sirva para que dos personas que normalmente no dialogarían entre ellas lo hagan", explicó el presidente del Supremo Consejo Masónico de España, Joan Francesc Pont, en la rueda de prensa celebrada ayer en el Hotel Almudaina.

La promoción de espacios de diálogo pueden ser una contribución a la paz. "Estoy convencido de que la paz solo se alcanzará a través del diálogo", apuntó Pont. El diálogo es muy difícil cuando todos los días hay muertos, por tanto, cualquier contribución al diálogo es una pequeña piedra puesta en el camino que va en la dirección correcta, explicó durante el encuentro.

Sin formular cuestiones políticas el presidente del Supremo Consejo Masónico de España explicó que no van a aportar soluciones nuevas a la paz porque ya están en las resoluciones de Naciones Unidas. "Nosotros constatamos que humanamente se ha perdido el diálogo. La gente está mucho más lejos hoy que hace diez años de querer hablar", añadió.

El diálogo es el esfuerzo por el conocimiento del otro. La barrera principal de las relaciones humanas. Pont considera que la falta de diálogo impide comunicarse con los demás. Por contra, si se practica, permite descubrir las virtudes del otro. "Nosotros solo aspiramos a dar pasos hacia situaciones mejores", afirmó el gran comendador.

Pont también habló del Daesh. Haciendo referencia a que el diálogo se ha alejado por la violencia que persiste en la vieja Palestina, afirmó que con el Daesh no se puede alcanzar la paz. Este grupo no tiene más objetivo que el exterminio de cuantos no son ellos. Con Daesh no hay diálogo. "Es el enemigo de la paz", apuntó el gran comendador. "La única alternativa se llama Naciones Unidas y solo cuando el mundo se de cuenta de que el Daesh es un peligro tan grave como el nazismo las cosas cambiarán".