Un Iñaki Urdangarin balbuceante y acorralado no supo ayer, en su primera declaración ante la Audiencia de Palma, dar algún tipo de explicación al desvío de cientos de miles de euros de fondos públicos por las empresas del grupo Nóos, entre ellas las suyas Aizoon, que comparte al 50% con su esposa la infanta Cristina, y Nóos Consultoría Estratégica, que también tenía a medias con su socio Diego Torres. El yerno del rey Juan Carlos se escudó en antiguos empleados para responsabilizarlos de las facturas cruzadas entre sociedades del grupo que permitieron, en el primer foro organizado por Nóos en Valencia en 2004, desviar 714.000 euros.

Personas que habían asistido a los dos interrogatorios ante el juez Castro ya habían alertado sobre la parquedad de palabras y la ausencia de argumentos exculpatorios de Urdangarin. Sin embargo, la imagen que dio ayer el acusado fue penosa en claridad expresiva y razones para rebatir las tesis del acusador Horrach.

El fiscal anticorrupción le pregunta sobre una factura de Shiriamasu (empresa de Torres) contra Nóos por la "búsqueda del director de proyecto de Juegos Europeos para Valencia. "Sé que Antonio Vallabriga (empleado de Nóos) era el director del proyecto de Juegos Europeos", contesta.

"No recuerdo las fechas del proyecto, puedo consultar mis notas", trata de escabullirse el declarante. En vano. "No me encargaba de los asuntos de contratación", responde, una muletilla que luego no abandona. Horrach le interroga sobre otra factura de Virtual (empresa de Torres) contra Nóos por el plan de comunicación del Illes Balears Forum. "El Illes Forum tenía a Mario Sorribas de encargado de los medios de comunicación, pero yo no sé nada de la factura"

El fiscal tiene un arsenal de facturas irregulares y las descarga, sin piedad, contra el desnortado acusado. "Nóos Consultoría facturó 100.000 euros a Nóos para organización y diseño del Valencia Summit". "Luego se giró otra factura de 200.000 euros", inquiere el interrogador. Urdangarin se trabuca: "Yo del tema de las facturas no sé, supongo que corresponderán a algo; no soy el administrador de Nóos Consultoría". Cuarta factura de 390.000 euros, idéntica contestación: "No me encargaba yo de ésto".

Horrach saca cuentas: la Generalitat de Valencia pagó un canon de 900.000 euros a Nóos para cada Valencia Summit y las empresas del grupo se llevaron 714.000 euros del primero. "Solo he llevado la facturación de Aizoon de la que era administrador, no lo era de Nóos Consultoría", alcanza a decir el exduque de Palma, que poco después alega desconocimiento sobre facturas sospechosas de Aizoon.

Los goles de Miguel Tejeiro

Urdangarin asegura que se dedicaba a llevar los proyectos y temas deportivos de Nóos y a las relaciones públicas. Por eso, el asesor legal y tributario de Nóos, Miguel Tejeiro (exacusado y ahora testigo de cargo) le metió un gol.

"Tenía unos asesores, yo me dedicaba a lo que me dedicaba y he descubierto ahora esos empleados que nunca había visto trabajar en Aizoon. Nuestro asesor era Miguel Tejeiro y nos proponía tener empleados por un tema fiscal. Había otros empleados que no he conocido y que supongo que eran para llenar esos números fiscales", echa balones fuera Urdangarin sobre el desfase de personal de su consultoría en relación a su facturación millonaria.

Horrach le pregunta qué hacían sus sobrinos Jan, Lucas y Lucía Gui Urdangarin en Aizoon. "Me eran muy útiles a mí en los proyectos, me proveían de información en los distintos proyectos que me servía para aconsejar a mis clientes. Por ejemplo, buscar qué hacía la competencia de las empresas en las que yo era consultor", responde aparentando aplomo.

Según el marido de la infanta Cristina, Aizoon tenía una red variable de consultores y documentalistas que trabajaban en sus casas y a los que coordinaba y pagaba en sobres su sobrino Jan Gui. Algo bastante increíble. Entre estos trabajadores, que la fiscalía tacha de ficticios, estaba una hermana de la secretaria de Urdangarin, Julita Cuquerella.

Horrach insiste con las pruebas: cuatro facturas de Aizoon contra Nóos por casi 300.000 euros. "Desconozco si son servicios para los Valencia Summit, aportábamos capital humano al Instituto, pero desconozco esas facturas". El fiscal se enfada con el acusado y le espeta: "Nóos no era una multinacional y usted tenía que estar al tanto de lo que allí ocurría". El miércoles por la mañana seguirá el calvario de Urdangarin.