Más de 200 personas manifestaron ayer en Palma para adherirse a la marcha Pasaje Seguro. La protesta sirvió para exigir a los gobiernos europeos que abran vías seguras de acceso al territorio para que quienes huyen de la guerra no tengan que jugarse la vida en trayectos imposibles por mar o por tierra.

En Palma la marcha fue convocada por la comisión de derechos humanos del Ilustre Colegio de Abogados de Balears y ha contado con una batucada y una performance para visualizar el problema de las familias que huyen de los conflictos.

La concentración partió de la Rambla (frente al Colegio de Abogados) y acabó en la plaza Major, donde se ha leído un manifiesto. Frente a la pancarta que abría la marcha avanzó un grupo de actores caracterizados como refugiados, cercados por una goma elástica que sujetaban otros actores disfrazados de agentes de fuerzas de seguridad.

En la plaza Major se leyó un manifiesto en el que se exige a los gobiernos europeos establecer vías seguras y legales, terrestres o marítimas, mediante visados humanitarios, derecho de asilo y asentamiento familiar. También se solicitó la suspensión de los acuerdos de devolución con países que no respeten los derechos humanos, y la anulación del Acuerdo de Readmisión con Marruecos de 1992.

En este sentido, el manifiesto también llamó a la solidaridad entre los estados europeos para acoger "urgentemente" a las personas refugiadas que hay en Grecia e Italia, y disponer su reubicación según los compromisos adoptados.

En concreto, se reclamó un pasaje seguro para las personas refugiadas en Grecia, la frontera sur de España y el resto de Europa, para que todas las personas con necesidad de protección internacional, independientemente de su país de origen, puedan acceder a territorio español y europeo para ejercer su derecho a solicitar asilo. Por ello, el texto fue más allá y reivindicó que se persigan y castiguen los discursos, medidas y actitudes racistas contra las personas refugiadas.

Por otro lado, se recordó que en los últimos diez años las personas que huyen en busca de protección han aumentado de 38 a 60 millones, y que solo a Europa llegaron en 2015 más de un millón de personas procedentes en su mayoría de Siria, Irak, Afganistán, Eritrea o la República del Congo. Según el manifiesto, esas personas huyen no solo de conflictos bélicos sino también de hambrunas prolongadas, trata de personas y dictaduras.

Además, la concentración reclamó no olvidar "las muertes de los invisibles, de aquellos que desaparecen bajo las aguas del Mediterráneo sin dejar pasaporte ni conocer rastro de su existencia" y "las voces silenciadas de más de 10.000 niños que en Europa se ha perdido su registro y paradero".

Crítica a la política de la UE

Los participantes criticaron que "la única respuesta de Europa" sea "el levantamiento de muros, estrechando la colaboración con Turquía para reforzar su frontera externa e intensificar el control militar de las aguas del Mediterráneo y del Egeo". Consideraron que "la cuota de 120.000 refugiados a repartir entre los 27 países de la Unión Europea es insuficiente". Según su opinión, en España "nada impide que se pueda albergar, al menos, a 20.000 refugiados" a lo que pueden contribuir "el Govern balear, consells insulares y ayuntamientos".

Además del Colegio de Abogados, se adhirieron a la marcha otras entidades como la Associació d'Amics del Poble Sahrauí, el Centro de Educación de Derechos Humanos y de Prevención Activa de Conflictos, Mallorca Terra d'Acollida, la sección palmesana de Amnistía Internacional y Tambors per la Pau.

Un total de 25 países celebraron ayer concentraciones similares a la de Palma a favor de los refugiados, en su mayoría en Europa pero también en Nueva York. En el resto de España otras 50 ciudades convocaron protestas, incluyendo Maó y Eivissa.