­Aunque estos días los más agoreros hablan de la inminencia de una nueva recesión mundial de efectos potencialmente tan profundos como la que desencadenó en 2008 el colapso de Lehman Brothers, en BBVA no lo ven así. Su economista jefe, Miguel Cardoso, un analista de referencia formada en la Universidad que más premios Nobel de Economía luce en lo que va de siglo (seis, la de Minnesota), participó ayer en Palma en una jornada informativa con hoteleros. Durante su exposición y en un encuentro posterior con este diario, Cardoso describió un horizonte más agradable para las islas y su turismo del que cabría pensar si solo se mira a la debacle bursátil que sufren las bolsas mundiales, en mínimos de 2009.

"En los datos de actividad de la economía real no vemos nada que justifique la reacción de la bolsas. Creemos que están sobrerreaccionando", resume, antes de desgranar las amenazas que se ciernen sobre la economía mundial, española y balear. Son muchas y variadas. Entre ellas cita el deterioro de economías emergentes como las asiáticas, las sudamericanas y la rusa, y factores de incertidumbre como el desplome del petróleo, el temor creciente a que el Reino Unido deje la UE, la falta de una opción clara de Gobierno en España o la guerra de divisas y dinero barato en la que parecen embarcados los bancos centrales. Según Cardoso y su equipo, estas fuentes de preocupación pueden ser oportunidades para economías como la balear, a la que augura un crecimiento superior a la media en 2016 y 2017, acompañado por la creación de 40.000 empleos en las islas. Eso sí, precarios y de salarios bajos, como es habitual, dice, cuandos se sale de una crisis tan dura. Y más en un país en el que hay tanta diferencia de coste empresarial entre el contrato temporal y el indefinido, opina.

Balears crecerá más que la media española hasta 2017

Este título se repite desde hace tres años, que son los que Balears lleva ya liderando la salida de la crisis española, gracias a su mayor relación (dependencia) con economías más vigorosas, como la alemana o la británica. Cardoso asegura que en en 2016 y 2017 la tendencia será la misma: después de cerrar 2015 con un crecimiento del 3,8%, en 2016 auguran un 3,5%, que será 3,3% en 2017. En esos mismos años, la economía mundial crecerá más lentamente (en BBVA no hablan por ello de recesión, sino de crecimiento más lento), y la española avanzará a ritmos inferiores al balear (para España calculan un 2,7% de avance en 2016 y en 2017). "En los años anteriores creció la demanda de servicios turísticos de destinos como Balears, y lo mismo va a ocurrir", dice Cardoso, que ve grandes oportunidades para las islas en el descenso de precio del petróleo que abaratará el transporte (clave para Balears y sus aerolíneas), también cree que habrá tipos de cambio con la libra que estimularán la demanda en las islas, que se seguirán viendo favorecidas "por la incertidumbre geopolítica que viven en destinos alternativos (norte de África), donde no se ve resolución a corto plazo". Todo ello apunta a nuevos años de crecimiento económico balear.

Más empleo, pero igual de precario

El empleo también mejorará. Según BBVA, que en junio presentarán la proyección definitiva para las islas, los datos que manejan les hacen pasar "en la creación de 40.000 empleos en los próximos dos años", en los que se bajará a una tasa de paro del entorno del 12%. ¿Y la calidad del empleo? Pues como la de los últimos años: mala. "Al inicio de una recuperación se tiende a pagar salarios por debajo de los niveles previos a la crisis, y con contratos temporales. Eso va a continuar años. Esta situación laboral y salaria ha permitido a las empresas expandirse sin perder rentabilidad, gracias a salarios más competitivos con otras economías. La reforma laboral [las del PSOE primero y el PP, después] no atajaron la temporalidad, porque sigue habiendo una gran diferencia de coste entre contrato temporal y contrato indefinido, con lo que los empresarios no asumen riesgos y no convierten a trabajadores temporales en indefinidos. Por lo que vemos que la tasa de temporalidad va a seguir estando los próximos años entre el 25 y el 30%. Reducirla es uno de los grandes retos de la economía española", reflexiona Miguel Cardoso.

Los rusos irán de mal en peor otros dos años, pero otros clientes europeos compensarán su peso en el turismo balear

Cardoso parte de una tesis que niega una nueva recesión mundial. En su opinión, lo que veremos es un crecimiento global más lento, a ritmos del 3%, lejos de los avances vertiginosos previos a la crisis de 2008. Ese crecimiento más moderado está relacionado con el fuerte deterioro de las perspectivas de los llamadas países emergentes, con China, Brasil o Rusia sufriendo por factores variados. Eso hará, según Cardoso, que la composición de la demanda turística de destinos como Balears varíe: "Perderán presencia los emergentes asiáticos, como China, de América, caso de Brasil, y otros como Rusia, pero su caída se verá compensada por la solidez de economías desarrolladas como la de Estados Unidos y Europa", dice. Y concreta: en el caso balear, "el descenso de Rusia lo compensará Europa". Que Rusia tiene aún "al menos un año y medio de entorno recesivo". La razón hay que buscarla en el desplome del petróleo, vital para una economía que destaca entre las grandes productoras mundiales de crudo. Así que no esperen buenas noticias del turismo ruso: llegarán de otros lados, como Alemania o el Reino Unido, de los que BBVA espera un buen comportamiento, al que se unirá el repunte del consumo en España.

El petróleo ayuda a Mallorca

La crisis petrolera perjudica a Rusia, un cliente que en rigor tiene poco peso dentro del mercado turístico balear. A cambio, los precios bajos del crudo ayudan a un sector muy dependiente del transporte, que está de fiesta: las aerolíneas y navieras no se habían visto nunca en un entorno de precios del combustible tan favorables. Otro efecto positivo es sobre países cuya estructura de costes depende del petróleo que importan. Es el caso de media Europa, recalca Cardoso. En BBVA hicieron de hecho sus previsiones económicas con el barril de crudo a 70 dólares, cuando está en 30. "Esos precios tan bajos van a tener impacto positivo en economías como la balear, que pueden beneficiarse de un incremento adicional del PIB del 1 al 1,5%".

La libra seguirá fuerte y eso ayudará a Balears... salvo que el Reino Unido salga de la Unión

En los últimos dos años el mercado británico ha ido como un tiro en Balears. Una libra fuerte, que llenaba de euros los bolsillos de los turistas que llegaban a la isla, estimuló la demanda británica. Pero eso podría cambiar. La libra lleva semanas perdiendo vigor, como consecuencia de la ya famosa posibilidad de "brexit" (el juego de palabras con la inglesa ´exit´, salida, que alude a que los británicos voten a favor de salir de la Unión Europea en el referéndum previsto para los próximos meses). Pues bien, Cardoso habla de dos escenarios. El primero es el previo a la consulta, para el que adelanta un período de "ruido y volatilidad", durante el que, "en general, la libra seguirá apreciada". "En principio eso no debería afectar a la demanda turística: aunque puede haber semanas que sí afecte, las decisiones de los touroperadores a la hora de comprar plazas irán ligadas a tipos de cambio apreciados (libra fuerte)". Es decir, todo seguirá yendo bien con el mercado inglés. ¿Pero qué ocurrirá si los británicos salen de la UE? "Eso, que esperamos que no pase, sí tendrá efectos negativos en el crecimiento del Reino Unido y el valor de la libra", avisa Cardoso. Una libra débil significaría una demanda de turismo en Balears igualmente débil.

Inversión: la bolsa está hipersensible y se esperan tipos muy bajos hasta fin de 2017

Con la bolsa en mínimos, los grandes valores en precios bajísimos y el dinero barato como nunca gracias a tipos de interés cercanos a cero, ¿es el momento de invertir? ¿O toca escapar de la bolsa? Cardoso no se moja: su área es la de análisis, no la de inversión. Pero da alguna pista. Primera: los tipos de interés van a seguir bajos, y con dinero barato lo que se busca es que la gente y las empresas arriesguen. Segundo: los datos de la economía real no justifican un desplome de las bolsas como el vivido, por lo que en BBVA esperan "una corrección". Tercero: pese a la incertidumbre que habla de recesión mundial (descartada en BBVA), el consumo avanza a ritmo fuerte (3,5% en España) y la inversión empresarial también. Con esos mimbres, que cada cual componga su cesto de inversión.