Bimbo ha dado un ultimátum a sus trabajadores de Palma: la fábrica se va a cerrar les guste o no el próximo día 29, así que si no aceptan la última oferta que se les ha hecho para fijar las indemnizaciones por despido, se dará un paso atrás y solo se pagarán 33 días por año trabajado con un tope máximo de 24 meses, según lamentó ayer el portavoz de la plantilla y delegado de UGT, Paco Cámara. De momento, los empleados de esta empresa en la isla desarrollaron el primero de los seis días de huelga que han convocado, paralizando así la producción.

Nadie oculta que los trabajadores de Bimbo en Palma están cada vez más nerviosos y desanimados, a la vista de la empresa no cede un ápice en su pretensión de cerrar las instalaciones situadas en el Polígono de Son Castelló, lo que además está llevando a un cambio de estrategia a medida que se acortan los plazos para proceder al cierre definitivo de la factoría.

Aunque los trabajadores siguen reclamando el mantenimiento de la actividad y de los empleos en las instalaciones, se admite que los contactos que durante ayer y hoy van a mantener sus representantes con los de la empresa van a ser utilizados también para intentar conseguir una propuesta de indemnizaciones por despido y de recolocaciones lo más generosa posible, para que después sea la plantilla la que decida en una asamblea que se celebrará hoy si la acepta o si opta por mantener la batalla. En este aspecto, hay que recordar que los empleados de Bimbo iniciaron ayer una huelga de seis días, que se mantendrá durante hoy y mañana, para tener una segunda parte durante las jornadas del 1, 2 y 3 de marzo si no hay un acuerdo previo.

Además, UGT comunicó ayer que para estos últimos tres días se han convocado también paros en las fábricas que Bimbo tiene en Madrid, Granollers y Solares en apoyo de la plantilla palmesana.

Pero el plazo para la negociación del expediente de regulación de empleo (ERE), que afecta a 34 trabajadores, concluye mañana, y Bimbo ya ha comunicado a sus trabajadores que el día 28 será el último que tengan que acudir a su puesto de trabajo (es domingo, pero la plantilla descansa los sábados), lo que hace que los últimos tres días de paros pasen a ser simbólicos.

Tampoco se oculta que la producción está ya prácticamente detenida por falta de material, al estar las reservas de harina en niveles mínimos.

En cualquier caso, el paro iniciado ayer consiguió detener la producción, ya que solo tres de 34 trabajadores acudieron a su puesto de trabajo.