El acto de conciliación entre los trabajadores de Bimbo y la gerencia de la empresa en el tribunal balear de arbitraje (Tamib) se cerró ayer sin acuerdo. Según explicaron en fuentes de UGT, tras una hora de reunión con los mediadores no se encontró punto de encuentro, toda vez que las posturas están en las Antípodas: la empresa solo quiere negociar el cierre, y los trabajadores insisten en salvar la fábrica y mantener cierta actividad. "Bimbo solo habla de cierre y mientras eso no se retire de la mesa pues no hay opción de acuerdo", argumentan en UGT.

La plantilla sigue así firme en su decisión de luchar hasta el final por mantener viva una planta en la que trabajan 34 personas, a las que se suma otros entre y veinte trabajadores que se incorporan como personal eventual durante los meses de verano. Para salvar estos puestos, o la mayor parte de ellos, los empleados irán a al huelga a partir de mañana, con un paro que se prolongará hasta el viernes.

En la plantilla recalcan que es la única reacción que les queda ante una empresa que ha "traicionado" la lealtad de la plantilla durante los últimos años. Sostienen que los empleados han hecho todo el trabajo extra que se les ha pedido para salvar una planta que, según recalcan, sigue siendo rentable.

"Nos cierran para ganar más dinero", lamentan en la plantilla, en la que subrayan que la multinacional, con plantas en todo el mundo, pretende producir fuera para maximizar el beneficio. Por el camino queda una plantilla "joven", formada por trabajadores de entre 30 y 45 años. "No les importa lo que pueda pasar a más de 30 familias de Mallorca", denuncian..

Los empleados afirman que Bimbo ofrecerá en las islas un producto de menor calidad, dado que tendrá que traer el pan y la bollería de la península, en un traslado que lleva siete días. En la actualidad, esa logística es cuestión de horas para Mallorca, y un poco más para Menorca e Eivissa, que hoy se nutren de la planta mallorquina.

El camino ahora pasa por la huelga y la negociación. Mañana mismo se vuelve al diálogo, tras el pinchazo de la mediación del Tamib. Y pasado seguirán las reuniones con Bimbo, que quiere aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a toda la plantilla. Los sindicatos, por su parte, no contemplan el cierre de una planta rentable y defenderán la necesidad de salvar la actividad y el mayor número de puestos posible.