Un paso más y un paso "imprescindible", pero no el paso "definitivo". La Universitat aprobó ayer la creación de la facultad de Medicina. El Consell de Govern de la institución académica se pronunció a favor (por 39 votos positivos, uno en contra y una abstención) de crear la estructura administrativa necesaria para ello. Aún queda pendiente de aprobar todo lo que se refiere a contenidos -a los estudios propiamente dichos- y a la financiación, que depende de un convenio que Educación, Salud y la UIB deberían firmar como muy tarde el próximo mes si el objetivo sigue siendo que estos estudios empiecen a impartirse el curso 2016-2017.
Xavier Varona, vicerrector de Títulos, afirmó que el plan sigue siendo llegar a tiempo para que los estudios arranquen el próximo mes de septiembre. Detalló que ahora mismo representantes de las dos conselleries y de la UIB están "perfilando" los términos del convenio. Puntualizó que la Universitat es favorable a la incorporación de estos nuevos estudios, "pero no a cualquier precio", aseguró.
Algunos miembros del Govern han justificado el retraso en la firma de este convenio diciendo que están pendientes de recibir el visto bueno de la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación) a una serie de aspectos, pero el vicerrector desmintió este argumento. Varona recordó que el plan de estudios ya fue aprobado por la ANECA y que las gestiones actuales son tan solo una actualización, que se enviará a Madrid para su revisión una vez esté firmado el mencionado convenio.
Varona confirmó que, como ya publicó este diario, el Gobierno central está estudiando una moratoria que impida abrir nuevas facultades de Medicina en los próximos diez años, con lo que aumenta la necesidad de agilizar el proceso y cerrarlo cuanto antes.
Llorenç Huguet incidió ayer en el tema de la urgencia durante el Consell de Govern. Según indicaron a este diario personas presentes en la reunión, el rector señaló que entre marzo y abril el ministerio de Educación determinará el reparto de nuevas plazas y recordó que Andalucía, que ya tiene cinco facultades de Medicina, tiene dos pendientes de apertura; que en Madrid hay siete funcionando y dos en espera; y que la Universidad de Navarra también quiere abrir una.
Según lo aprobado ayer, la facultad de Medicina de la UIB tendrá 60 plazas de nuevo ingreso, se ubicará en la Unidad Docente de Medicina de Son Espases y su coste, -como estructura administrativa, sin incluir los estudios en sí- sería de 97.899 euros. Varona indicó que el coste de la infraestuctura es "ligero" ya que cuando se hizo el hospital de Son Espases ya se reservó un espacio para la formación pensando en este proyecto.
Respecto al resto del dinero necesario para el desarrollo de estos estudios, la financiación se hará a través de un contrato programa a ocho años, separado del presupuesto anual de la Universitat, que ahora mismo está en proceso de negociación. Varona explicó que el contrato programa abarcará los seis cursos que dura el grado de Medicina, más los dos años que hacen falta para la obligatoria acreditación del plan de estudios.
Además de facilitar la captación de nuevos recursos para la investigación y de incrementar la categoría de la Universitat, otro argumento utilizado por Huguet para defender la nueva facultad es que contribuirá a paliar la falta de médicos en Balears. Detalló que el archipiélago tiene 2,8 alumnos de Medicina por cada 100.000 habitantes mientras que en España la proporción llega a a once alumnos. Con las 60 plazas previstas, el rector estimó que Balears alcanzaría los 5,4 alumnos de Medicina.
Aunque los asistentes al Consell de Govern de la UIB -más de 40 representantes de distintos estamentos- aprobaron por una amplísima mayoría la creación de la facultad, no todos estuvieron de acuerdo en la idea de que ésta vaya a contribuir a aumentar la plantilla de facultativos afincados en las islas. Varias voces reclamaron además más información sobre el proyecto así como un debate más amplio sobre estos nuevos estudios. El rector aseguró que este debate tendrá lugar.
