­Munar llegó ayer relativamente tranquila al juzgado de Palma. Se sabe de memoria el camino de la cárcel al edificio de Vía Alemania, porque desde que está en prisión, hace ahora casi tres años, lo ha recorrido en varias ocasiones. El aspecto desmejorado de Munar tampoco sorprendió a nadie. Salvo el color del cabello, ahora utiliza un intenso negro, su aspecto es muy similar al que mostró hace dos años en su última aparición pública. Munar no tenía ayer muchas ganas de hablar. Iba a declarar ante el juez. Dijo pocas frases, pero muy significativas. "He tenido tiempos mejores, estoy viva y estoy presa". Fueron escuetas declaraciones realizadas instantes antes de que se iniciara su declaración ante el juez y fueron palabras que no fueron grabadas, ni por voz, ni por imagen. Unas dos horas es el tiempo que estuvo ayer lejos de la cárcel. Fue conducida en un vehículo policial al juzgado de Palma y después volvió a ser trasladada, sin que la acompañara ningún otro preso, de nuevo a la cárcel. El lunes será de nuevo trasladada, esta vez a la Audiencia. Será la primera vez que afronte un juicio en su condición de reclusa.