Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Opinión: Matas y Munar, ¿valió la pena?

En Valencia son tan estrictos que consideran que la corrupción política exige derramamiento de sangre. Resabios de los Borgia, el resto es papeleo...

Opinión: Matas y Munar, ¿valió la pena?

En Valencia son tan estrictos que consideran que la corrupción política exige derramamiento de sangre. Resabios de los Borgia, el resto es papeleo. El paréntesis valenciano en el caso Infanta autoriza a admirarse de que en un mismo día de febrero, ayer, coincidieran ante distintos juzgados palmesanos Jaume Matas y Maria Antònia Munar.Maria Antònia Munar

El ministro de Aznar siempre estuvo celoso de Munar. Asentado en su banquillo frente a la Audiencia, debió escandalizarse ayer ante la impertinente irrupción en las portadas de la eterna presidenta de Mallorca. Desmejorada, sin el lobby de aduladores que tantos favores le debían. La actualidad oscila de una Infanta a otra, de Lady Cristina a Lady Diada, ambas también enjuiciadas. Una pregunta surge inevitable en cualquier entrevista imaginaria a Matas y a Munar:

-¿Valió la pena?

De 2003 a 2007, padecieron la fiebre del oro. Más allá de la codicia desatada. Cuando los sorprendidos aztecas interrogaban a Hernán Cortés sobre su avidez por el metal amarillo, el conquistador replicaba que "tenemos yo y mis compañeros mal de corazón, enfermedad que sana con ello". Matas y Munar también tenían un corazón de oro, pagado con fondos públicos. Manejaron todo el dinero del mundo, centenares de millones de euros apostados a la ruleta de la impunidad. Y así aflora la segunda pregunta:

-¿Volverían a hacerlo?

Matas y Munar pugnaron por aniquilarse mutuamente, pero solo lo consiguieron mediante jueces interpuestos. Se disputaban los VIPs, tú tienes a la Infanta y su balonmanista pero yo poso de fámula latina con cofia de Claudia Schiffer. Tú le pintas una pista de colorines a Rafel Nadal, y yo me siento en una cámara palaciega con el urbanizador ilegal Boris Becker. A ti te recita versos Maria de la Pau Janer, y a mí me canta Chenoa su Balanguera. Tú intentas retrasar Can Domenge, y yo protejo el entorno de Son Espases para torpedear a tus promotores inmobiliarios de guardia. Munar: "Estos contactos son lo importante, y no las leyes que a nadie importan". Aquí es inevitable plantearles, en un respiro de sus jornadas judiciales de ayer:

-¿Les quedaba tiempo libre para gobernar?

Si se repasa cuidadosamente la agenda de la falsedad documental, la prevaricación, la malversación y los cohechos de los gobiernos PP/UM durante la legislatura de la vergüenza, nadie discutirá a Matas y Munar que andaban muy atareados. Impusieron a sus huestes un ritmo de corrupción vertiginoso. No es de extrañar que un constructor del caso Andratx fuera sorprendido en las grabaciones judiciales emitiendo un lastimero "trabajamos tanto que no tengo tiempo ni para practicar el sexo". Empleó otra palabra, pero se entiende. Esta dedicación exclusiva desgrana el penúltimo interrogante para Matas y Munar:

-¿Pensaron aunque fuera un solo día en los mallorquines?

La culpabilidad penal no distingue de títulos, ejem, pero la sociedad reposa en jerarquías. Si usted no conoce demasiados nombres de presidentes de diputaciones provinciales, coincidirá en que Matas era mucho más importante que Munar. Lo contrario equivale a sentenciar, en el caso que nos ocupa, que Urdangarin pesa más que la Infanta. La pregunta final es para los cuatro:

-¿Fue bonito mientras duró?

Compartir el artículo

stats