­La ecotasa superó ayer en el pleno del Parlament su primer trámite gracias a la abstención de El Pi, cuyo voto fue decisivo para que no prosperaran las enmiendas a la totalidad de PP y Ciudadanos después de que Podemos decidiera abstenerse, dejando en minoría al Govern de PSOE y Més. La votación se produjo tras un largo y tenso debate marcado por el enfrentamiento entre Podemos y sus socios de legislatura. El Pacto llegó dividido al primer debate parlamentario sobre uno de sus principales proyectos estrella y con mensajes, tanto en los pasillos de la Cámara balear como en el debate en la sala de plenos, que reflejaban el deterioro de sus relaciones.

"Esta votación marca un antes y un después", afirmaba en los pasillos del Parlament David Abril, portavoz parlamentario de Més, cuyos representantes fueron los que mostraron mayor malestar con Podemos. "Puede ser que sea un momento de enfriamiento", admitía respecto a la situación del Pacto la portavoz parlamentaria del partido morado, Laura Camargo, aunque dejando claro que no se han planteado retirar su apoyo al Ejecutivo de PSOE y Més. Mientras, los representantes socialistas no ocultaban el enfrentamiento con Podemos, aunque intentaban lanzar mensajes conciliadores. Las apostillas de todos ellos apuntaban a la confianza en que podrán alcanzar un acuerdo en la negociación de las enmiendas parciales.

El día anterior, los partidos del Pacto celebraron una reunión de casi seis horas sin lograr un acuerdo, con la exigencia de Podemos de un reparto territorial de la recaudación por islas como principal escollo. Casi a las 23.30 de la noche los representantes de Podemos se levantaron de la mesa de negociación y la dirección del partido debatió este asunto por urgencia, por el servicio de mensajería Telegram. Pasada la medianoche acordó dejar la decisión sobre el sentido del voto a su grupo parlamentario, recomendándole que se abstuviera.

A primera hora de la mañana, los gestos serios de los diputados de PSOE, Més y Podemos mostraban en los pasillos de la Cámara la tensión de las horas previas. De inmediato, el conseller de Presidencia, el socialista Marc Pons, preguntó al líder de El Pi, Jaume Font, qué votaría su partido. El anuncio de la abstención tranquilizó al Govern. El Pi argumentó su abstención en que mientras Balears sufra una mala financiación, necesita "instrumentos para compensar los efectos negativos del turismo", aunque no comparte muchos aspectos del proyecto del Govern.

En el debate regresó la tensión, en especial cuando subió a la tribuna el diputado de Podemos Aitor Morrás, defensor de las posiciones más duras del partido contra el proyecto del Govern, en especial a lo que se refiere al reparto territorial. En PSOE y Més dan por hecho que, de haber dependido de Morrás, Podemos hubiera votado a favor de las enmiendas a la totalidad.

Jarabo y Morrás, de Podemos, con el conseller Marc Pons. G. BOSCH

"Cuando cierres acuerdos con un aliado, escríbelos como si fuera tu peor enemigo para que después no haya problemas", espetó Morrás a PSOE y Més como explicación de por qué Podemos quiere que sus exigencias sobre el reparto territorial de las inversiones que se realicen gracias a la ecotasa se incluyan ya en la Ley, sin esperar al reglamento que la desarrolle. Es decir, la desconfianza en PSOE y Més. Morrás calificó el voto de su partido como "una abstención a la totalidad", ya que "no es la ecotasa" de Podemos, que seguirá "negociando para que lo sea".

Como ejemplo, afirmó que queda tan poco claro que el impuesto es finalista el impuesto es finalistaque incluso el Govern no descartaba destinarlo a financiar la renta social. "Eso es mentira", le gritó airado desde su escaño el conseller de Turismo, Biel Barceló. "Me lo preguntó un periodista en un ´canutazo´ y por algo sería", replicó Morrás para quien si el proyecto de ecotasa no se modifica será un "compromiso fallido" del Pacto.

Antes, David Abril había emplazado a Podemos a "dejar de hacer ruido y trabajar". Más duro aún fue Josep Castell, de Més per Menorca. "Esto no es un mitin ni un plató de televisión, esto es el Parlament", dijo al partido morado al que acusó de "lavarse las manos" dejando "solos" a PSOE y Més en la defensa de la ecotasa frente a los ataques al impuesto, en especial por parte del PP. "Sean leales a la ciudadanía y dejen de jugar al gato y al ratón", exigió a Podemos tras retarle a aclarar con su voto si está a favor de la ecotasa o en contra.

La consellera de Hacienda, la socialista Catalina Cladera, fue la encargada de defender el proyecto del Govern y calificó la ecotasa como "un acto de justicia redistributiva, solidaridad y expresión justa de nuestra soberanía como Comunidad Autónoma". Cladera presumió de la primera ecotasa aprobada hace 15 años por el Ejecutivo del Pacto presidido por el socialista Francesc Antich. "Somos herederos de esos hombres y mujeres valientes que formaron el primer Govern de progreso de Balears", afirmó la consellera quien sostuvo que la decisión de retirarla en 2003 por parte del Govern de Jaume Matas, "el más corrupto de la historia de nuestra autonomía," ha hecho que las arcas autonómicas no ingresaran "unos 1.000 millones de euros" en estos quince años. Antes, en respuesta a una pregunta de Josep Melià, de El Pi, Cladera lanzó un aviso a Podemos: "Este impuesto debe servir para hacer país, no para crear división entre islas".