El pleno del Consell de Mallorca aprobó ayer de forma definitiva la moratoria de grandes superficies comerciales durante un máximo de tres años, hasta que se produzca la aprobación inicial del plan director sectorial de equipamientos comerciales que se elaborará durante este tiempo. La moratoria fue aprobada con el voto a favor de todos los partidos con representación en la institución insular salvo Ciudadanos, que se abstuvo.

La consellera insular de Territorio e Infraestructuras, la socialista Mercedes Garrido, recordó que los tres años de duración de la moratoria comenzaron en septiembre del pasado año, cuando el Consell aprobó inicialmente la suspensión cautelar para implantar o ampliar grandes superficies comerciales, entendidas estas en general como los equipamientos comerciales que superen los 700 metros cuadrados. Cuando se trate de exposición y venta de vehículos, maquinaria, equipos industriales, embarcaciones, material de construcción y similares se considera gran superficie aquella que supere los 2.000 metros cuadrados.

Entre septiembre del pasado año y la aprobación definitiva se han estudiado las alegaciones presentadas e incluido algunas. Además, en el texto definitivo desaparece cualquier posibilidad de retroactividad de la moratoria, con el fin de darle más seguridad jurídica y hacerla "más comprensible".

Con la incorporación de alegaciones, sí será posible en los casos de los grandes establecimientos comerciales colectivos que se puedan agrupar locales, siempre y cuando esta unión no suponga un incremento de la superficie edificada ni se invadan espacios comunes. Además, se han excluido de la suspensión la ampliación de grandes establecimientos comerciales ya implantados hasta un máximo del 15 % siempre que el aumento no supere los 200 metros cuadrados, que la ampliación no suponga un incremento de edificabilidad y que no se produzca un cambio de actividad. Garrido explicó que esta última excepción se debe a alegaciones presentadas por pequeñas constructoras, carpinteros y otros profesionales con el fin de poder efectuar pequeñas obras.

La consellera resaltó que a partir de ahora comenzará un proceso de búsqueda de "consenso" con todo el sector comercial, sindicatos, asociaciones de consumidores, organizaciones ecologistas, partidos políticos y en especial con los municipios que, según recordó, son los que tendrán que implantar el futuro plan director.

Son Serra de Marina

Por otro lado el pleno del Consell aprobó pedir al Ayuntamiento de Santa Margalida la retirada del proyecto de solicitud de autorización de instalaciones en las playas de Son Serra de Marina, remitido a Demarcación de Costas. La propuesta salió adelante con los votos de los partidos del Pacto (PSOE, Més y Podemos), que la presentaron conjuntamente, y de Ciudadanos, mientras que PP y El Pi votaron en contra.

Los partidos del Pacto resaltaron el "rechazo social" que ha provocado el proyecto, con más de 6.000 firmas en contra y una cadena humana de unas 5.000 personas. "Estas instalaciones supondrían la sustitución de un paraje único por una playa de hamacas, velomares y parques acuáticos", afirmó Miquel Àngel Coll, del PSOE.

El popular Mauricio Rovira y el portavoz adjunto de El Pi en el Consell, Antoni Amengual, coincidieron en calificar de "demagógica" esta iniciativa ya que las instalaciones se harán en zona urbana de la playa, no en terrenos protegidos, y consistirán en un quiosco desmontable en temporada alta con 60 hamacas. Añadieron que esto se les ha permitido a otros ayuntamientos con el fin de obtener fondos para el mantenimiento de las playas.