El reparto de los fondos de la ecotasa divide a los partidos del Pacto desde que el jueves PSOE, Més y Podemos se levantaron de la mesa de negociación sin haber conseguido el más mínimo acercamiento y el viernes socialistas y econacionalistas se enteraron de que el partido morado fue a buscar al Partido Popular para negociar a espaldas de sus socios un acuerdo parlamentario sobre la tasa, para después difundir, cuando fue descubierto, que "el impuesto turístico está en peligro".

El diputado David Abril,portavoz parlamentario de Més, le afeó ayer precisamente el gesto a Podemos. "No entiendo que el impuesto se negocie con sus principales detractores", señaló. "No nos podemos permitir que el impuesto se detenga, y no podemos entender que se negocie sobre este punto con el PP, que es el enemigo histórico de la ecotasa, en lugar de buscar fórmulas que no sean porcentajes fijos pero sí garanticen el equilibrio entre islas, principio con el que sí estamos de acuerdo", subrayó a Abril.

"Podemos sabe que lo que propone no se sostiene con los números en la mano y, si se aceptara, cualquier isla o municipio podría hacer lo mismo y diluir la incidencia de un impuesto que es más necesario que nunca", indicó el diputado econacionalista.

Abril recordó que "es en la comisión de impulso del turismo sostenible, donde están presentes los consells insulars, que se debe velar por una correcta territorialización del impuesto, así como por el contenido medioambiental de los proyectos, no con amenazas que si no hay este punto, la ley, y por tanto, el impuesto, peligran". El diputado defendió que el impuesto "debe servir también para compensar determinados desequilibrios sociales que provoca un modelo social y económico basado en el turismo", y "por eso se introdujo a propuesta de la conselleria de Servicios Sociales y que se pudiera destinar también a infraestructuras sociales como residencias o centros de día", por lo que "no entendemos que Podemos lo quiera quitar".

Por su parte, el vicepresidente del Consell de Mallorca y secretario de Política Municipal del PSIB, Francesc Miralles, se manifestó ayer partidario de que sea una comisión con todas las administraciones públicas la que decida las inversiones a las que se destinará la recaudado con el impuesto turístico y rechazó porcentajes. El socialista expresó su desacuerdo con la propuesta de Podemos porque considera que "perjudica los intereses de los mallorquines y no contempla que en la isla vive el 75% de la población de Baleares".

Miralles abogó por la creación de una comisión participada por todas las administraciones para que sea la que "decida las inversiones que se deben hacer" y "no unos porcentajes para repartir recursos". Los criterios serían "de población, de oportunidad y teniendo en cuenta la voz de los consells", detalló.

A partir de la recaudación de la prevista para este año, cincuenta millones de euros, Podemos ha establecido una serie de cuotas fijas entre islas que beneficiarían a Menorca, Eivissa y Formentera y, por contra, perjudicarían a Mallorca. A Mallorca le corresponderían 31 euros por habitante; a Menorca 82 euros por habitante; a Eivissa 71 euros por habitante; y a Formentera 420 euros por habitante.