La Agencia Balear del Agua (ABAQUA) se ha encontrado con tres líneas de las nueve que tiene la desaladora de Palma averiadas. Ello ocurre en el momento en que Mallorca está sufriendo una de las sequías más severas de las últimas décadas en pleno invierno. El motivo, según explicaron desde la empresa de la conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, es que el Govern del PP solo ha tenido en funcionamiento una línea de la desaladora y este tipo de instalaciones necesita estar en marcha para mantener su buen estado.

Además de todo ello, la desaladora de Andratx no puede funcionar por falta de canalizaciones y la de Alcúdia solo puede suministrar agua a Pollença por falta de conexión con otros núcleos de población. El conseller de Agricultura y Medio Ambiente, Vicenç Vidal, anunció una inversión de 8 millones de euros por la vía de urgencia para reparar las desaladoras isleñas. El objetivo es poderlas poner a su máximo rendimiento para paliar la falta de lluvias y ante la crítica situación de los acuíferos.

La desaladora de Palma puede potabilizar 64.800 metros cúbicos de agua al día cuando está a pleno rendimiento. Es el caudal que necesitan 340.000 personas cada jornada. Cada una de sus nueve líneas de desalación son capaces de tratar unos 7.200 metros cúbicos diarios. Sin embargo, las tres líneas averiadas por la falta de uso están provocando que la planta solo suministre 43.200 metros cúbicos. La avería impide poder conseguir 21.600 metros cúbicos diarios de agua para la población.

Desde el Govern explicaron que durante los últimos años solo ha estado en funcionamiento una línea de la desaladora de Palma para evitar el alto coste de su funcionamiento. Lo que se hacía era trabajar con las seis primeras líneas en jornadas alternas, pero se desconectaron las otras tres con el objetivo de reducir la factura de energía. Este hecho, según Abaqua, ha sido el principal detonante de que la potente planta desaladora de Palma ahora no pueda funcionar al máximo de su capacidad y se deba realizar una importante reparación.

Expertos en recursos hídricos ya denunciaron la “deficiente” gestión con el agua del anterior Govern del PP. El conseller Vidal también se lo recriminó a su antecesor en el cargo, Biel Company, en el Parlament. Lo que hizo el PP fue dejar las desaladoras al mínimo de su capacidad y extraer agua de los acuíferos para suministrar a Palma y Calvià que es más económica. De esta forma cobraba la cuota que pagaban los ayuntamientos para tener suministro de agua desalada, que en el caso de Palma son 3,5 millones de euros anuales.

El director de Abaqua, Antoni Garcías, confirmó a este periódico que el Govern durante estos últimos cuatro años ha vendido agua de acuíferos como s’Estremera a Palma y Calvià como si fuera agua de las desaladoras. Todo con el objetivo de minimizar costes de las plantas. Asimismo, la empresa del agua del Govern tiene un contrato con Endesa que en el caso de desconectar tres líneas supone una rebaja de casi el 40% del coste energético de las desaladoras.

Desde el Ejecutivo comentaron que esta “deficiente” gestión hídrica no tiene consecuencias en años en que existen precipitaciones abundantes. No obstante, en tiempos de sequía como el actual “nos encontramos con los acuíferos sobreexplotados y las desaladoras averiadas”.

La planta de Andratx tiene una capacidad para potabilizar 14.200 metros cúbicos al día. Lo que ocurre es que solo puede suministrar agua a Andratx, ya que para llegar a Calvià se precisan obras adicionales que el Govern acometerá en breve.