El pequeño comercio mallorquín comienza a tener claras algunas cosas: la reactivación del consumo parece consolidarse, por lo que previsiblemente las ventas durante este año van a ser mejores que en 2015, y además se vaticina una excelente temporada turística, lo que va a obligar a una parte de las tiendas a incrementar su plantilla para reforzar la atención a los clientes durante los meses de mayor actividad. Sin embargo, la crisis ha fijado a fuego en la mentalidad de los isleños el 'factor precio' a la hora de animarse a comprar, por lo que nadie se plantea de momento incrementarlos. Estas son las principales conclusiones que se desprenden de la encuesta realizada por la patronal Afedeco entre establecimientos de textil y calzado, en la que se analizan también los resultados del pasado año, y muy especialmente de las campañas de invierno y de rebajas.
Primera conclusión: el consumo se recupera, a la vista de los resultados positivos conseguidos en 2015. Por ello, el 78% de las tiendas consultadas pronostica que las ventas del presente año seguirán mejorando, frente al 22% que espera mantenerlas a un nivel similar. Resulta significativo que ni un solo empresario del sector espera ya recortes en la facturación.
Esto hace que se augure una evolución positiva del empleo que este sector genera. Aunque el 81% de los establecimientos consultados afirma su intención de mantener su actual plantilla sin cambios, hay un 19% que anuncia que tiene previsto aumentarla. De nuevo ni una sola respuesta es pesimista, y nadie habla ya de recortar su cifra de trabajadores.
Según señala el presidente de Afedeco, Rafael BallesterRafael Ballester, esta necesidad de refuerzos se hace especialmente evidente en las tiendas con mayor afluencia de clientela extranjera, ante las previsiones de que la próxima temporada turística volverá a ser muy buena. Pero destaca además los esfuerzos que se están haciendo para ir reduciendo la estacionalidad de la actividad económica de la isla, cuyos resultados comienzan a ser visibles en zonas como el centro de Palma. En este sentido, hay que recordar que se están analizando con el Govern la puesta en marcha de planes de dinamización.
Un aspecto no cambia: casi nadie se atreve todavía a subir sus precios. Rafael Ballester admite que la crisis ha instalado en la mentalidad de los consumidores la importancia de primar el factor precio, en ocasiones incluso por encima de la calidad. Por ello, la totalidad de los encuestados asegura que va a mantener éstos congelados durante 2016.
También son algo más positivas las expectativas relacionadas con la inversión que estas empresas realizan. Un 77% anuncia que va a mantenerlas estables respecto a 2015, mientras que un 19% anuncia aumentos en este apartado. Solo un 4% señala planes de recorte.
Balance de 2015
Las buenas expectativas para el presente año se sustentan en buena medida en la situación que se ha vivido durante 2015 y en las señales de recuperación del consumo que se han percibido. En este sentido, el 53% de los comerciantes de textil y calzado consultados afirma que el pasado ejercicio se ha cerrado con un incremento de sus ventas, a lo que se suma un 10% que apunta que se han mantenido estables, y un 37% que ha notado un descenso.
Por lo que respecta a la situación del empleo, la estabilidad marca el 83% de las respuestas, que señalan un mantenimiento de las plantillas durante 2015 (hay que tener en cuenta que se trata de establecimientos que suelen tener entre uno y tres trabajadores en la mayoría de los casos), mientras que un 7% afirma que ha aumentado su cifra de trabajadores y un 10% que admite haber aplicado recortes.
Como se ha indicado, el 'factor precio' está siendo clave en el sector comercial. Así, el 67% de las tiendas que han participado en la encuesta señala que los ha mantenido congelados durante el pasado año, mientras que un 30% subraya que se ha visto obligado a reducirlos. Solo un 3% afirma que ha podido aplicar algún incremento.
Por lo que se refiere a la inversión, un 80% de los empresarios consultados afirma que la ha mantenido estable, mientras que un 13% la ha aumentado y un 7% la ha reducido.
Un aspecto que se hace patente en esta encuesta es que tras un buen verano, la entrada en la campaña invernal ha resultado decepcionante para el comercio de moda, y en este apartado se subraya la importancia que ha tenido un fenómeno coyuntural: las ventas de invierno han sido débiles por la simple razón de que apenas ha habido invierno, con temperaturas de 17 y 18 grados en pleno mes de enero, lo que desincentivado la demanda de prendas de abrigo.
Eso explica que el 52% de los establecimientos asegure haber visto como sus ventas y beneficios han registrado durante la campaña de invierno un descenso en relación al ejercicio anterior. Así, solo un 19% afirma haber vendido más producto, y solo el 17% dice que eso ha supuesto un aumento en sus beneficios.
Si nos ceñimos al periodo de rebajas, el resultado es calificado de malo por un 47% de los encuestados mientras que un 13% lo define como muy malo, lo que implica que el balance es negativo en seis de cada diez establecimientos.
Por contra solo un 3% lo define como muy bueno y un 20% como bueno, a lo que hay que sumar un 17% de los establecimientos que sitúa la campaña de descuentos de este año al mismo nivel que la del pasado ejercicio.
Un aspecto a considerar es que el propio sector admite haber tenido que hacer ofertas y promociones desde el mes de noviembre (desde la celebración del Black Friday), y pese a ello el 97% apuesta por volver a regularizar los periodos de rebajas, marcando fechas de inicio y conclusión comunes, frente a la liberalización aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012.
