Paula Cortés, ex coordinadora general de Medio Ambiente el Ayuntamiento de Palma entre 2007 y 2010, imputada en el caso Picnic, una supuesta trama de desvío de fondos públicos ha admitido el uso de encuestas electorales elaboradas por Unió Mallorquina (UM), conocidas en la jerga política como "biblias", en Cort. Cortés, no obstante, rechazó haber usado caudales públicos en captación de votantes o simpatizantes para UM.

Cortés declaró esta semana ante el juez Pedro Barceló y trató de rebatir las tesis de la fiscalía anticorrupción sobre la supuesta trama Picnic. Según los fiscales anticorrupción, varios dirigentes de UM diseñaron, entre 2007 y 2010 una trama para aprovechar fondos y medios de Cort y del Govern balear para financiar una red de captación de votos y militantes para su partido.

Para ello crearon en el Ayuntamiento de Palma, donde Miquel Nadal y Cristina Cerdó eran concejales y ocupaban importantes cargos una oficina de información medioambiental, donde contraton a varias mujeres a las que pusieron a hacer tareas de proselitismo con la excusa de educar a los vecinos en el respeto al medio ambiente.

Cortés negó esas acusaciones y sostuvo que las nuevas informadoras deberían dirirse especialmente a un segmento de la población interesado en el medio ambiente, pero no existían datos al respecto. Ante esa carencia se decidió desde los responsables políticos echar mano de las llamadas "biblias" de UM, unos listados elaborados por militantes del partido con base en encuestas hechas casa por casa en las distintas barriadas.

En esas fichas se incluían escalas de 1 a 5 sobre el grado de afinidad o posible apoyo electoral a UM, según reconoció la imputada. No obstante, Paula Cortés matizó que "las biblias" fueron la base para elaborar el programa electoral de UM de Palma pues contenían datos sobre los problemas y necesidades de los vecinos.

La fiscalía mantiene que UM usó a las informadoras medioambientales para agasajar a los posibles simpatizantes del partido y premiarles con excursiones gratis a Cabrera, Dragonera, Tirme, Acuárium, y otros destinos.

Según la declarante, los datos de afinidades políticas fueron mutilados de las fichas que se facilitaron a las informadoras, que únicamente se dedicaron a visitar esas casas para dar consejos sobre la protección de la naturaleza.

"Nunca di instrucciones a las informadoras medioambientales para que hicieran propaganda de UM, ni tampoco me consta que Cristina Cerdó lo hiciese", afirmó la investigada.

Cortés también desvinculó totalmente al exconseller de Deportes Mateu Cañellas, imputado en Picnic, de las tareas de la concejalía de Medio Ambiente en Cort: "no pintaba nada allí".