CaixaBank cerró el pasado año con 814 millones de euros de beneficio, un 31,4% más que en el ejercicio anterior, según los datos presentados ayer por el presidente y el consejero delegado de la entidad, Isidro Fainé y Gonzalo Gortázar respectivamente. Además, el primero aseguró que en estos momentos el banco no tiene ningún proyecto de fusión sobre la mesa, pese a los insistentes rumores relacionados con posibles operaciones con el Banco Popular o con Ibercaja.

Los dos responsables de la entidad no dudaron a la hora de calificar de muy positivo el último ejercicio, al haber alcanzado los 296.599 millones de euros en recursos de clientes, con un crecimiento del 9,1%, mientras que los créditos han alcanzado los 206.437 millones, lo que supone un 4,7% más, tras la incorporación de Barclays Bank. En este aspecto, se valoró la caída de la tasa de morosidad hasta el 7,9%.

Un punto sobre el que se hizo especial hincapié es en la consolidación de la entidad como líder en el mercado español, y el acceso al primer puesto en productos de inversión y previsión.

Otro de los aspectos destacados durante la presentación de los resultados de 2015 es que CaixaBank alcanza ya una cuota de mercado del 24,9% en la domiciliación de nóminas, lo que supone que uno de cada cuatro españoles percibe su salario a través de esta entidad, mientras que en la domiciliación de pensiones esta tasa alcanza el 20,2%.

En cuando a su Obra Social, se señaló que con un presupuesto de 500 millones de euros anuales (cifra que se repetirá en 2016) se ha llegado a los 9,9 millones de beneficiarios.