Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Corrupción

Acusan de tres delitos a Matas por contratar al arquitecto del Palma Arena

Castro también imputa los mismos hechos al exdirector general de Deportes Pepote - El juez postula que se debería haber convocado un concurso para ese proyecto

Jaume Matas, centro, junto sus abogados en el juicio del caso Nóos.

El juez Castro cerró ayer la pieza separada número 8 del Palma Arena donde acusa al expresident del Govern Jaume Matas y al exdirector general de Deportes José Luis-Pepote Ballester de tres delitos por la contratación, entre 2004 y 2005, del primer arquitecto del velódromo público del mismo nombre, Ralf Schürmann.

Castro dio ayer por concluidas la instrucción de esta pieza separada y emplazó a la fiscalía anticorrupción y a la Abogacía del Govern a redactar sus escritos de acusación contra los imputados.

Según el juez, la contratación de Schürmann tuvo lugar en el contexto de la construcción del velódromo Palma Arena, que fue impulsado por Matas "al margen de cualquier mecanismo de control" y sin ningún tipo de estudio o informes técnicos previos.

El juez menciona otra vez las inexistentes reuniones de Illesport, la fundación pública que se encargó de la construcción del recinto deportivo y de la aportación de fondos para el mismo. Jaume Matas era también el presidente de Illesport, pero delegó en el director general Pepote Ballester "todos los poderes relacionados con la construcción".

Sacarlo a concurso

En noviembre del 2004, Ballester contactó telefónicamente con Ralf Schürmann para proponerle el encargo de construir el velódromo, que tenía que estar en marcha para la celebración del Campeonato Mundial de Ciclismo en Pista, adjudicado a Palma para mayo del 2007.

Ballester aceptó la cifra de honorarios que el arquitecto le ofreció y que calculó a grosso modo con base en otros proyectos anteriores.

Posteriormente, Ralf Schürmann viajó a Mallorca y fue recibido por Jaume Matas en el Consolat de la Mar, una reunión a la que también asistieron la consellera de Deportes, Rosa Puig, Pepote Ballester y los hermanos García Ruiz, arquitectos mallorquines que fueron fichados por Matas para ser los enlaces locales del técnico extranjero.

Homologación asegurada

El director general de Deportes aportó a una falsa reunión de Illesport (no se hizo al igual que otras 22 sesiones de la junta de patronos) un informe donde recomendaba contratar a ese arquitecto, porque contaba con el apoyo de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y su intervención en el proyecto propiciaría la homologación automática de la pista, algo que no sucedió.

El magistrado postula que esa afirmación sobre la homologación del velódromo no contaba con el respaldo de ningún documento emitido por ese organismo internacional deportivo.

Adjudicación a dedo

El instructor afirma que la contratación del arquitecto se hizo a dedo y que las prisas para construir las instalaciones a tiempo para el campeonato mundial no justificaban la ausencia de un concurso público.

Castro añade que la experiencia de Ralf Schürmann en velódromos cubiertos como el Palma Arena era dudosa y que existían otros muchos arquitectos cualificados para ese proyecto.

De hecho Schürmann fue despedido al poco tiempo de iniciarse las obras y fue sustituido, sin problemas, por los que habían sido sus colaboradores mallorquines, los hermanos García Ruiz.

En relación a estos profesionales -que fueron condenados por delito fiscal en otra pieza separada del Palma Arena- el juez afirma que ya habían trabajado para el Govern y para el PP.

La contratación formal del arquitecto se hizo en una ficticia reunión de la fundación Illesport del 10 de enero del 2005.

El magistrado ironiza a continuación con la celeridad administrativa con la que el Govern tramitó este asunto. "Ese mismo día se documenta la contratación, ya previa y verbalmente concertada, del arquitecto, a pesar de que era conocido que el mismo no podía firmar ningún proyecto en España al no estar colegiado, de tal manera que tenían que ser los hermanos García Ruiz quienes firmarían los primeros proyectos básicos en los que figuraría el señor Schürmann como colaborador", afirma el auto.

Los delitos que se le imputan a Matas y Ballester son los de prevaricación, fraude a la Administración y falsedad de documento oficial.

Compartir el artículo

stats