El grupo ecologista GOB ha alertado de una brusca caída en la presencia de aves acuáticas en el Parc Natural de s'Albufera por el empeoramiento de la calidad de su agua y ha reclamado al Govern que actúe de forma urgente para mejorar las condiciones de esta zona protegida.

La entidad ha informado en un comunicado del descenso detectado en el recuento invernal de aves acuáticas de Baleares.

Ha descendido la presencia de focha común ("fotja", Fulica atra) y de ánade real o azulón ("cap blau" o Anas platyrhynchos), dos de las aves acuáticas más abundantes y cuya presencia es un indicador de la calidad ambiental porque requieren agua con baja salinidad y contaminación, donde puedan crecer las plantas acuáticas de las que se alimentan.

En el caso de la focha común, el GOB ha calificado la evolución de su población en s'Albufera de "preocupante", al pasar de poblaciones invernales de más de 3.500 ejemplares en 1999 a las menos de 400 en los últimos 3 años.

Según el GOB, la presencia de focha común en s'Albufera había experimentado altibajos anteriormente, "pero nunca se había registrado el mínimo actual", con un descenso acusado a partir de 2012. En los mismos años, la población de focha común ha experimentado un fuerte incremento en Menorca, con más de 2.000 individuos tanto el año pasado como éste.

La población de ánade real o azulón también está "en caída libre" según el GOB, desde el máximo de 4.000 ejemplares en 2010 a los 1.500 de los dos últimos años. Como referencia, esta fuerte merma no se observa en la población de azulón en zonas del sur de Mallorca como el Salobrar de Campos y estanys de Sa Vall.

Las aves acuáticas están consideradas excelentes bioindicadores en las zonas húmedas porque cada especie requiere unas condiciones ambientales particulares para desarrollarse, de manera que un empeoramiento ambiental se refleja en un descenso de la presencia de las distintas especies, ha explicado el GOB.

El grupo ecologista ha alertado de los cambios que ha detectado en s'Albufera, no atribuibles a las condiciones climáticas generales porque no ocurren en otros humedales, y ha añadido que además de a las aves, el deterioro del agua afecta al resto de flora y fauna y a la conservación de los hábitats naturales.

Siendo s'Albufera de Mallorca la zona húmeda más importante de Baleares, considerada de importancia internacional y amparada por el Convenio de Ramsar, el GOB ha pedido una actuación urgente por parte de la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca.

Ha recordado que la junta rectora del parque ya ha solicitado en varias ocasiones la mejora de las depuradoras y la instalación de filtros verdes para evitar que aguas de mala calidad entren en el parque.

Según el GOB, es necesario mejorar el tratamiento de las aguas residuales urbanas que acaban llegando a s'Albufera a través de los torrentes de Muro y, especialmente, de Sant Miquel, al que se vierten las aguas mal depuradas de Sa Pobla.

Además el parque no dispone de una estrategia de gestión hídrica que garantice el caudal ecológico mínimo de s'Albufera y controle la extracción de aguas de su cuenca, ni de una política de control y merma en el uso excesivo de fertilizantes en el entorno de la zona húmeda.

Según la entidad, tampoco se ha abordado adecuadamente el problema de merma de calidad del agua causado por la población exótica de carpa (Ciprinus carpio) que prolifera en el parque natural, ni hay un sistema suficiente de control periódico de la calidad de las aguas y de seguimiento de la biodiversidad, imprescindible para registrar los cambios y poder corregirlos.

Desde 2012, el parque no cuenta con personal encargado del seguimiento hídrico y biológico.

El GOB ha recordado que el propio "Llibre Verd de protecció d'espècies a les Balears" publicado recientemente por la Conselleria recoge que se han detectado en s'Albufera "incrementos significativos de sal y nutrientes en las aguas del parque en las dos últimas décadas".

Según la publicación, "la mayoría de las especies consideradas de conservación preferente se encuentran incluidas dentro del grupo de las que se ven perjudicadas por los incrementos de sales (salinización) y nutrientes (eutrofización) en las aguas circulantes" por lo que "parece aconsejable priorizar aquellas medidas que puedan revertir los procesos de crecientes salinización y eutrofización de la zona húmeda".