Andaban los hoteleros debatiendo sobre el futuro cada vez más incierto del Palacio de Congresos, cuando apareció el alcalde de Palma, José Hila, y con gesto de lo más tranquilo dijo que no pasa nada, que la demanda del Grupo Barceló, adelantada en primicia por este diario el martes, no cambia los planes ni un ápice, y que en dos meses habrá un nuevo concurso para la infraestructura. Con lo que Palma conocerá al ganador del sexto y quizá definitivo concurso antes de final de año. En otoño para más señas. "La Justicia lo que no puede hacer es paralizar una ciudad y su administración", zanjó el alcalde, que con esa frase despejaba las dudas de algunos grandes hoteleros y sus equipos jurídicos, que vaticinaban que nadie se atrevería a convocar un nuevo concurso con el anterior pendiente de la sentencia de un juez.

Pues Hila se atreve. Aunque él no le da la menor importancia al gesto: "Es que es normal que una administración renuncie a adjudicar un concurso. Hay jurisprudencia al respecto. Se ha hecho incluso después de que abriesen los sobres con las ofertas. En mi etapa de director de la EMT, por ejemplo, dejamos sin adjudicar una concurso para nuevos autobuses y no pasó nada".

Un día antes, el consejero delegado de Barceló, Raúl González, había dicho que ellos acuden a los tribunales en busca de la gestión del palacio, no de compensaciones por el concurso fallido. Pero José Hila, que dice que el Ayuntamiento no ha recibido aún el contencioso del grupo Barceló, descartaba compensación alguna y apuntaba que si Barceló desea la gestión quizá pueda acudir al nuevo proceso. Quizá: el Ayuntamiento, según el alcalde, aún no ha decidido si el Palacio tendrá gestión pública o privada, aunque sí tienen claro que el hotel anexo al centro de convenciones pasará a ser explotado por alguna cadena hotelera.

La opción menos mala

"Es normal que una empresa quiera defender sus intereses, pero con esto no paralizan nada. Hay que recordar además que este concurso responde a actuaciones del anterior gobierno local (el de Mateu Isern, del PP), que dejó la adjudicación pendiente de un informe en el último pleno del mandato. Cuando nos ha llegado, el informe es claro", recalcaba el alcalde, que insistía en que el Ayuntamiento ha actuado correctamente "en todo momento". "Todos nuestros informes dicen lo mismo", afirmaba, antes de argumentar que ni siquiera llegó a producirse una adjudicación, con lo que no cabe hablar de que se le retiró la explotación durante 40 años a Barceló.

¿Y si a cuenta del proceso judicial Cort tiene que acabar pagando una indemnización millonaria a Barceló? Hila ni lo contempla: "Hemos actuado bien, y el coste del proceso siempre será menor que lo que íbamos a perder con esa adjudicación, con cuestiones, por ejemplo, como la venta del hotel por veinte millones menos de los que vale".

El escenario que plantea el alcalde es así radicalmente diferente al que se temían en el sector, que aún quiere ver el concurso adjudicado antes de creer otra vez que el problema del Palacio está resuelto. Aunque en algo coinciden todos, incluido Barceló: hay que solucionar la cuestión cuanto antes, que el Palacio empezó a andar en 2006 y diez años después aún no se han entregado las obras, cuya final tras decenas de retrasos está previsto para febrero. "Queremos que cuanto antes la infraestructura rinda resultados a la ciudadanía que ha pagado por ella", afirmaba ayer Inma Benito, presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, que pedía además "claridad" sobre el concurso. "Hay mucha confusión, incluso con lo que se quiere hacer con el palacio, cómo gestionarlo", subrayaba la voz de los hoteleros.