Todos los seres humanos descubren un día que los Reyes no son sus padres, sabios y munificentes. Al contrario, los monarcas se comportan como seres egoístas y codiciosos, que traumatizan a los incautos que confiaron en ellos. Les hablo por supuesto de Cristina de Borbón, a quien mucho le dimos pero más nos quitó. El balonmanista es un marido de quita y pon, pero los mallorquines nunca le perdonaremos a la Infanta el descubrimiento de que solo nos quería por nuestro dinero, como si fuera un alemán más.
Mi teoría es que el lunes cometimos un fenomenal error. Debimos abstraernos de la cháchara chulesca de chuscos chupatintas, para centrarnos en la estampa de la protagonista. La Infanta mostraba la cara de estupor de la España contemporánea, al tomar finalmente conciencia de la gravedad de su conducta. O más simplemente, el dolor incluso físico al comprobar que los banquillos no se diseñan con el confort mínimo exigido por una princesa. Si aumenta la demanda, las firmas de lujo diseñarán una línea especial, con el escudo familiar bordado en oro. Y recamado, siempre quise colar esta palabra.
Se han puesto en riesgo las estructuras del Estado para salvar a una vulgar Infanta, que no tiene ni la condición de alfil en el ajedrez monárquico. Encontró en la abogada del Estado a su más ardorosa defensora. Hacienda es quien yo decida, se incendia Dolores Ripoll Martínez de Bedoya. Habla en nombre de su estirpe. Hermana del inolvidable lugarteniente urbanístico Carlos Ripoll, del PP de toda la vida y siempre al borde del escándalo. Hija de Jerónimo Ripoll, ilustre abogado de Deusto como Gabriel Cañellas, que hablaba inglés y se especializó en clientes extranjeros residentes en la isla. Descendiente de los Martínez de Bedoya, vinculados a la banca vasca de Neguri. Bien mirado, no advierto una sola discrepancia entre su fe y su discurso que ha dado la vuelta a España. Defensora de infantas con fondos públicos, en una postura todavía más ridícula que la fiscalía, su continuidad en el cargo que ha desacreditado fijará si el 20D cambió algo en este país o seguimos donde estábamos.
Si el tal Urdangarin pacta, y estoy seguro de que lo hará, dejará absolutamente expuesta a la Infanta. Cómo va a mantener su indolente inocencia, en caso de que el propio acusado reconociera su culpa. El énfasis de la abogada del Estado, a favor de Cristina de Borbón y contra los ciudadanos, sirvió para disimular el papel de James Matas, jefe de Carlos Ripoll en el PP. A propósito, ¿qué tipo de persona miente sobre la celebración de un partido de pádel? Nuestro expresident. El sultán con turbante está autorizado a ocultar un resultado oprobioso, pero de cuánto perdió el ex ministro de Aznar contra Pepote y Urdangarin en Marivent, para negar el encuentro que sus compañeros de banquillo admiten sin problemas.
Esta misma semana, Arnau Matas ha obtenido un sobresaliente cum laude por la defensa de su tesis doctoral de Filosofía en la UIB. La excelente acogida a su trabajo se produce tres años después de que ocupara la conselleria de Educación con otra treintena de alumnos mallorquines, sin causar ni un solo daño material. Fue condenado por desórdenes, las inclemencias judiciales no han impedido que el doctor aprovechara el tiempo para redactar su trabajo sobre L´articulació de resistències emancipadores al capitalisme neoliberal. El cas de l´acció global dels pobles. La afanosidad es relevante porque, a falta de argumentos, los alumnos fueron sentenciados por perturbar el funcionamiento de la conselleria. Uno de sus próximos me plantea, "¿tú crees que alguno de los anteriores gobernantes está capacitado para comprender algo más allá del título de la tesis?" No, y en esta contradicción reside el drama de Mallorca.
El día de la invasión titulamos que entre los alumnos se encontraba un futuro conseller de Educación. Nos quedamos cortos. El ocupante Aligi Molina es teniente de alcalde en Cort, votado por los palmesanos. El ocupante Arnau Matas se doctora cum laude, votado por un tribunal riguroso pero justo. Suma y sigue. El anterior Govern quería meterlos en la cárcel, los estudiantes doctorados dan una lección de compromiso social a quienes se han atrevido a juzgarles y condenarles. Aparte de superarles en currículum. Mientras tanto, sigamos exculpando a la Infanta, que solo se llevó un par de millones.
Odio que haya personas mejor informadas que yo. Imaginemos que es Sindicat de Felanitx acabe albergando la Fundació Miquel Barceló, con una importante donación de obra a cargo del autor cuya capilla ha disparado en un 35 por ciento las visitas a la Catedral. Imaginemos que se precisa una aportación de dinero público para poner en marcha el proyecto. Imaginemos que la inyección provenga de la ecotasa, con lo cual se acalla a los hoteleros que no pueden oponerse a la calidad de la iniciativa, y a quienes hemos denunciado la estafa de un "impuesto turístico" destinado a que nos visiten más turistas. Imaginemos que el conjunto necesita un director o mejor directora. Imaginemos que sus iniciales sean M.V.B.
Si gozaste de Victus, no te pierdas Vae Victus, donde Albert Sánchez-Piñol vuelve a demostrar que su Martí Zuviria supera al Alatriste de Pérez-Reverte. Además, describe a la perfección a nuestros artilleros, que defendieron Barcelona y a nosotros mismos. "Los mallorquines son así: antes que borbones o austracistas eran mallorquines y punto. El patrón los dejó en un puerto de su isla, donde al llegar se emborracharon felizmente con ese horrendo licor de las islas que nunca recuerdo cómo se llama". No conoce el idioma inglés quien no lo haya escuchado en labios de Alan Rickman.
Reflexión dominical giroscópica: "El Real Mallorca renuncia a girar el campo a cambio de girar la clasificación".
