El ayuntamiento de Calvià no tiene constancia de que durante el verano de 2013 se llevase a cabo en la localidad turística de Santa Ponça una supuesta operación de espionaje con agentes encubiertos del MI5, que es el servicio de seguridad británico. El objetivo de esta acción era investigar al disidente del IRA Colin Duffy.

La Policía Local tampoco tiene conocimiento de esa misión, según confirmaron ayer fuentes municipales. El actual equipo de gobierno de izquierdas entró en el Consistorio el pasado verano, tras las últimas elecciones municipales. Respecto a la información que tuvieron al respecto las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, este diario contactó ayer con Delegación de Gobierno en Balears para obtener su versión, pero no obtuvo respuesta. El operativo desarrollado en Santa Ponça fue desvelado por un testigo protegido durante un juicio que se celebra en Belfast (Irlanda del Norte) contra Duffy y otras dos personas, a quienes se acusa de formar parte de una facción del IRA que no aceptó el desmantelamiento de la organización terrorista. Están acusados de conspirar para asesinar a miembros de la policía de Irlanda del Norte.

Agentes encubiertos

El testigo declaró que había sido reclutado por el MI5 para participar en una operación de seguimiento a Duffy en Santa Ponça. Para ello, se tenía que hacer pasar por un hombre de negocios con conexiones con el mundo criminal. De acuerdo a su versión, otros dos agentes representarían el papel de su novia y de un socio amigo suyo, respectivamente.