Remite la congestión que han sufrido los servicios de urgencias de los hospitales públicos estos últimos días. Y para intentar evitar que otro pico asistencial ralentice la actividad en Son Llàtzer, el Servei de Salut se comprometió ayer a mantener abierta la planta 1D, con 24 camas, durante toda esta temporada de invierno.

Como se recordará, tras los problemas ocasionados a comienzos de semana, el Servei de Salut decidió reabrir una planta con 24 camas que permanecía cerrada en Son Llàtzer. Y para atenderla, aseguró que había contratado a diez enfermeras, diez auxiliares de enfermería y una supervisora de planta.

Otras fuentes señalaron que son al menos 35 las camas reabiertas en el hospital que atiende al sector poblacional del Migjorn de la isla y ayer mismo la consellera de Salud, Patricia Gómez, durante la entrega de los premios de investigación de Son Espases, aseguró a preguntas de los periodistas que toda la planta hospitalaria pública de las islas estaba abierta.

Desde el Servei de Salut, volvieron a hablar de que se ha recobrado la normalidad en los servicios de urgencias pese a que admitieron que a las tres de la tarde había 35 pacientes aguardando en Son Espases, 14 en Son Llàtzer y 2 en Inca. En los hospitales de Manacor, Eivissa y Maó, aseguraron, ningún paciente esperaba ayer cama para ser hospitalizado.

Una planta cerrada a 30 metros

UGT seguía hablando de congestión

UGT seguía hablando de congestión, aunque más leve. Y se congratulaba de que, al contrario de a principios de esta semana, sus denuncias hayan servido para que el Servei de Salut tenga todos los recursos sanitarios abiertos. "Lo que no podía ser es estar atendiendo a pacientes en pasillos, hacinados y sin ninguna intimidad teniendo una planta con 24 camas cerradas a menos de treinta metros. El Ib-Salut debería mostrar un mayor agilidad ante estas situaciones", recomendaron desde este sindicato.

Con respecto al día de ayer, UGT también suministró unas cifras que diferían bastante de las del Servei de Salut. Así, en Son Espases habría ayer, según sus datos, 20 personas en camillas, doce de las cuales estaban pendientes de ingresar. Y unos 32 pacientes aguardando en la zona de observación, 27 de ellos ya diagnosticados y aguardando cama.

No obstante, el hospital de referencia cuenta con todos sus recursos abiertos, de la misma manera que el Hospital General, infraestructura que depende administrativamente del centro de referencia, tenía todas sus camas ocupadas. También el Sant Joan de Déu, hospital privado sin ánimo de lucro integrado en la red hospitalaria pública merced a un convenio singular, ha realizado un esfuerzo para facilitar hasta 40 camas para el IB-Salut.

En Son Llàtzer UGT aseguraba que había 24 pacientes pendientes de ingreso, 20 en Manacor y 13 en Inca, terminó su recuento el sindicato.

El problema de la situación de colapso sanitario vivida esta semana es que se ha producido cuando la gripe aún no ha llegado, aunque sí es cierto que un virus circulante ha sido el causante de importantes descompensaciones de salud entre la población mayor con varias patologías asociadas. Y que la ralentización asistencial se produce pese a tener todos los recursos abiertos lo que, en opinión de UGT, debería hacer avanzar cuanto antes el proyecto de reconvertir el viejo hospital de Son Dureta en un gran centro sociosanitario para estos pacientes.