Eduardo López fue reelegido ayer para un segundo mandato como presidente de la asociación balear de constructores, después de que su candidatura fuera la única presentada. Le acompañarán Oscar Carreras como vicepresidente primero y Climent Olives como vicepresidente segundo.

López no ocultó que uno de los principales problemas a los que se va a tener que enfrentar su sector es la inseguridad jurídica que el nuevo Govern ha generado con la aprobación del decreto ley sobre medidas urbanísticas, que elimina algunas de las medidas puestas en marcha por el anterior Ejecutivo de José Ramón Bauzá, como la posibilidad de que los hoteles que se modernicen y aumenten su categoría en las zonas maduras puedan ganar dos alturas.

Eduardo López, se muestra contrario a esta iniciativa tanto en la forma en que se ha aprobado como en su contenido, al considerar que va a suponer un obstáculo para la recuperación de la actividad y el empleo en su sector. En este sentido, recordó que la construcción es la rama empresarial que más puestos de trabajo indirectos genera, al vincularse a la actividad de fontaneros, electricistas o carpinteros, por citar algunos ejemplos.

Hay que tener en cuenta que el citado decreto ley del Govern se ha aprobado en un momento en el que la inversión en la construcción está registrando una notable recuperación, pese a seguir todavía lejos de los niveles anteriores a la crisis.

Otro aspecto a afrontar en este nuevo mandato es la dura competencia que se ha abierto entre empresas constructoras, con una guerra de precios a la baja.