Un facultativo de urgencias de Son Espases, aunque admitía que la situación era mejor que la del pasado martes, hablaba de que ayer al mediodía en la zona de camillas de su servicio había cinco pacientes pendientes de ingreso pese a que la ubicación habitual para estos enfermos ya diagnosticados suele ser la zona de observación. Además, abundó, de los cinco enfermos dos llevaban allí más de 24 horas, cuando la práctica hospitalaria establece que ningún paciente permanezca en esa zona más de 8 horas.

En la zona de observación, continuó, a esa hora había 23 pacientes pendientes de ingreso. Uno de ellos llevaba esperando más de 64 horas y otros seis se encontraban allí desde hace dos días. Preguntado por la persona que llevaba esperando casi tres días en observación, el Servei de Salut se escudó en que era un paciente con problemas digestivos al que hubo que realizar muchas pruebas diagnósticas antes de decidir qué hacer con él.

Con esta última apreciación coincidía en parte el facultativo de urgencias contactado, que señaló que una parte de los retrasos que vive su servicio serían atribuibles a la lentitud con que se realizan, y se informan por parte de los especialistas, las pruebas diagnósticas, sobre todo las de radiología que afectan a los pacientes de neurología.