En el Govern pretenden aprobar el nuevo tributo este mismo viernes. Nacerá como proyecto de ley, con lo que exigirá una tramitación parlamentaria de varios meses antes de que empiece a aplicarse. Si se aprueba este viernes (o si no da tiempo, en el siguiente consell de Govern, el viernes 15), la ley llegará al Parlament en enero.

Una vez allí, y mientras se trabaja con el documento en comisiones políticas y se queman fases de la tramitación parlamentaria, el equipo del vicepresident y conseller de Turismo, Biel Barceló, y los técnicos de su departamento negociarán y desarrollarán el reglamento por el que se regirá el tributo. La idea es que todo este listo a la vez en el mes de mayo, con una fecha como objetivo de entrada en vigor: el 1 de junio, ya en plena temporada alta.

Tampoco en eso han logrado su objetivo los hoteleros, que pretendían retrasar un año el impuesto, toda vez que los precios están cerrados con los touroperadores hace meses. El Govern rechazó la opción con el argumento de que el impuesto se le cobra a los turistas, no es un coste para los hoteles y no es parte del precio. Así que habrá tributo ya este verano, para el que las previsiones vuelven a presentarse mejor que nunca, por quinto año consecutivo.

De todo ello hablará el vicepresident con empresarios y agentes sociales mañana, cuando tiene previsto reunirse con los representantes sectoriales para detallarles la versión del impuesto que se va a aprobar y seguir negociando pequeños detalles de su implantación.