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Mercado laboral

Los trabajadores de las islas han perdido 5.700 millones en salarios desde 2008

El sueldo total de los baleares cae un 9% desde el estallido de la crisis, mientras el conjunto de la economía retrocede un 3% - Pese a la sucesión de récords de facturación turística, hoy se contratan al año 150 millones menos de horas de trabajo, que apuntan a cerca de 70.000 empleos sumergidos

En el sector turístico el recorte de horas de trabajo legalmente contratadas fue del 9%, pese al récord de facturación.

Empezaba el año político con un dato, el de paro, que dejaba titulares como que el recién concluido 2015 fue el ejercicio de mayor creación de empleo desde que empezó la crisis. Así que comparecía el conseller de Trabajo de turno, en este caso Iago Negueruela, del PSIB-PSOE, para explicar las cifras y, previsiblemente, hacer lo típico en estos casos: presumir de la mejoría y colgarse la medalla, independientemente de quien sea el mérito (suyo, del gobierno anterior o más probablemente, de los empresarios que contratan). Pero no. 2016 empieza a pierna cambiada: el conseller se desmarcaba del discurso habitual para arremeter con dureza contra la precariedad laboral, la economía sumergida, la subcontratación y los sueldos de miseria que se están pagando tras años de crisis. ¿Para tanto es? ¿Es la realidad tan hostil con el trabajador de las islas como piensa Iago Negueruela? ¿Qué dicen al respecto los datos oficiales del Estado, los que ofrecen el Instituto Nacional de Estadística y ese Ministerio de Economía aun controlado por el PP? Pues cuentan que Negueruela dio en el clavo. Aunque casi se quedó corto. Según los datos oficiales, los trabajadores de Balears perciben al año 1.200 millones de euros menos en nóminas. Cobraban entre todos 13.372 en 2008, pero en el último año computado en la estadística oficial, 2014, se repartieron 12.178 millones, tal como certifica la Contabilidad Regional del Instituto Nacional de Estadística. En ese tiempo los trabajadores de las islas han dejado de ingresar 5.768 millones de euros en sueldos.

¿Implica ese retroceso salarial de los años de las dos reformas laborales “precariedad en el empleo”, como dicen Negueruela, los sindicatos y alguna patronal, o es quizá que muchos trabajadores se fueron al paro y sus sueldos se esfumaron con sus puestos? Pues parece que ambas cosas, pero hay un dato que le da la razón al conseller de principio a fin: en este tiempo de crisis nacional pero récords de facturación y turistas en Balears, el tiempo de trabajo oficial (del real hablamos luego) de los baleares pasaba de 931 millones de horas al año en 2008 a apenas 781,3 millones en el último año. Con más trabajo que nunca, un 16,4% menos de horas de faena oficiales.

Oficiales: quédense con la palabra, que es la clave. De hecho el propio conseller denunciaba el abuso de los contratos en falso, de esos compromisos que implican cuatro horas de trabajo y cotización a la Seguridad social y acaban siendo ocho, diez o doce horas de faena. Ese fenómeno de impacto creciente durante toda la crisis explica por sí solo que el aumento de carga de trabajo pudiera ser asumido con menos plantilla oficial: bastaba con contratar en negro o con estirar ilegalmente los horarios de los que salvaron el empleo, agobiados en muchos casos por el miedo a acabar perdiéndolo. Por el camino desaparecían en total 149,6 millones de horas de trabajo al año, es decir, 18,7 millones de jornadas de ocho horas, algo así como 70.000 empleos a jornada completa menos al año.

Y todo para hacer más trabajo que nunca. Con lo que los mal pensados y los consellers de trabajo ya tienen una aproximación a la cifra de empleo sumergido: habría unos 70.000 trabajadores al año en negro, en una economía con 400.000 empleados en situación legal. ¿Muchos? Aproximadamente un 20% de trabajo en ‘b’, una brutalidad, sí, pero que cuadra con las estimaciones que hacen organismos internacionales como el Banco Mundial, la Comisión Europea, el Banco de España, la Fundación de Cajas de Ahorro o el Instituto de Estudios Fiscales.

Trabajadores a la carrera

Así que la rajada atípica del conseller parece que tenía sustancia. Y esperen, que hay más. ¿Qué sector ha sido el que mejor ha soportado la crisis en las islas? Bingo, el turismo, que solo ha tenido una crisis: la laboral. Porque en 2012, 2013, 2014 y 2015 los datos de ocupación hotelera, facturación turística, rentabilidad por habitación disponible y media docena de variables más mejoraron de forma constante para alcanzar niveles récord en la mayoría de los casos. Pues bien, en ese mismo tiempo, las horas de trabajo contratadas al año en el sector turístico y hostelero se redujeron un 9,3%, 35,3 millones de horas de trabajo (legales) menos, para hacer más trabajo que nunca. Los camareros corriendo de mesa en mesa, de mal humor y con la lengua fuera, no eran ni casualidad, ni serendipia, ni falta de ganas de agradar al cliente: eran puro exceso de carga de trabajo. Ahora lo denuncia el Govern del Pacto entre PSOE, Podemos y Més, que además de denunciar está diseñando un despliegue contra la explotación laboral del que hablan el conseller y los datos oficiales.

Salarios a la fuga

Aunque caben otras explicaciones más allá de la explotación habitual. Por ejemplo, es posible que haya menos empleo, pero de más calidad. La hipótesis parece absurda en una economía que se basa en la hostelería y su empleo intensivo, pero no se pierde nada por analizarla. Basta mirar la evolución de la masa salarial para saber si los trabajadores de hoy ganan más que los de ayer, con empleos de más calidad y menos tiempo. Pero no, esas cosas siempre pasan en otros lugares. Los datos de la contabilidad regional española son claros. En el año 2000 todos los trabajadores de Balears juntos se repartían 7.264 millones en salarios. Una década de burbuja inmobiliaria y destrucción paisajística después, los sueldos ascendían a su máximo, 13.372 millones de euros en 2008, casi el doble que el 2000 y a repartir, eso sí, entre muchos más trabajadores.

Después, la crisis financiera mundial. El estallido nacional de la construcción. El paro, las reformas laborales, las bajadas de salario, los despidos y todo lo que ya saben, combinado en Balears con un éxito turístico sin precedentes, de récord de caja y beneficios. En ese contexto, el montante total de salarios de los baleares se ha desplomado de esos 13.372 millones a los 11.807 del peor año para el empleo balear (2013) y los 12.178 millones del último año. Es decir, los trabajadores de las islas han perdido en esta crisis española y esta ola de récords turísticos baleares 1.194 millones de euros en sueldos (al año), un 9% de recorte salarial en solo seis años. Curioso en unas islas que cerraron 2015 con la mayor cifra de facturación turística de la historia, un récord que previsiblemente se batirá en 2016. Nuevamente cobra sentido la dureza del conseller Negueruela (que hasta hace ocho meses era inspector de Trabajo) a la hora de exigir mejorías salariales para unas plantillas cada vez más justas y peor pagadas. Él lo documentaba con un dato: mientras aumenta un 5% el número de personas que cotizan, la cifra de cotización en euros crece solo un 3,5%, es decir, se crea empleo, sí, pero solo a base de salarios cada vez más bajos.

Los trabajadores pagan la crisis

Aunque siguen cabiendo más hipótesis con las que rebatir a Negueruela y su látigo patronal. Por ejemplo, puede ser que el castigo no sea solo sobre las plantillas, sino que los asalariados han sufrido más o menos lo mismo que el conjunto de la economía. ¿Es así? Vuelta a los datos oficiales. Regresa el análisis al año 2000. En el inicio del siglo, la economía balear generaba 16.492 millones de euros (Producto Interior Bruto). Ladrillos, burbujas y desarrollismo a base de cemento elevaban esa cifra a su máximo, 27.193 millones en el año 2008, el del estallido de la crisis (en septiembre). La economía había crecido de ese modo la barbaridad del 64% en nueve años, un avance a ritmo casi chino. Luego, lo mismo, la crisis, que ha dejado el PIB balear en 26.329 millones. Y eso significa que la economía balear genera 864 millones menos al año. ¿Mucho menos? Un 3,17% de caída de toda la economía. ¿Mucho? Pues doler, duele, pero resulta que mientras toda la economía (salarios incluidos) se dejaba 864 millones en seis años, los trabajadores perdían 1.198 millones en salarios. La economía retrocede un 3%, pero los trabajadores pierden un 9% de lo suyo. El triple. Si se suma lo que han cedido cada año los trabajadores desde ese 2008 de inicio de la crisis, resulta que en seis años se han dejado de cobrar 5.768 millones en salarios. ¿Quién paga pues la factura de la crisis? Pregúntenle al conseller Negueruela. O a los datos.

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