La sequía en pleno mes de diciembre está poniendo en un serio aprieto a la agricultura mallorquina. Más de 60.000 hectáreas de cereales, pastos para el ganado o legumbres pueden perecer si en los próximos días la isla no recibe precipitaciones abundantes que superen los 20 litros por metro cuadrado. Los agricultores están preocupados y algunos ya piensan en arrancar lo sembrado entre octubre y principios de diciembre y volver a plantar las semillas a la espera de la preciada agua de lluvia. El problema es que hace casi dos meses que no ha llovido en las islas y ello está afectando a los cultivos.
La agricultura de Mallorca es en su inmensa mayoría de secano. Lo que provoca que se deba depender de forma casi exclusiva de la lluvia. Por ello, los cultivos herbáceos se plantan en época de precipitaciones para que las semillas germinen con fuerza y en verano se puedan recolectar los granos.
Joan Simonet, gerente de la organización agraria Asaja, entidad que engloba entre sus asociados a la inmensa mayoría de agricultores de cereales y ganaderos, apuntó que "el sector está preocupado". Todavía no se puede hablar de sequía, pero los campos isleños ya muestren evidentes secuelas de la falta de lluvias.
"Las plantas se están volviendo amarillentas, especialmente en los pastos para las ovejas, y los cereales tendrán muy difícil desarrollarse si en las próximas semanas no llueve", aseveró Simonet, quien además es ingeniero agrónomo y conoce bien esta problemática.
En estos momentos, los ganaderos de ovino son los que están más preocupados. Los pastos se están acabando y temen quedarse sin comida para sus reses en los próximos días. La única solución que tienen es la compra de pienso o de forraje empaquetado, pero ello multiplicará los costes de producción. Jaume Ballester es un ganadero de ovino de Felanitx que habla de la situación: "Mis 500 ovejas se están acabando la comida y, si tengo que comprar pienso la próxima semana, las pérdidas económicas serán cuantiosas esta temporada".
Las organizaciones agrarias ya hablan de pedir ayudas por la sequía para intentar paliar las pérdidas de los agricultores. Los payeses que tengan aseguradas sus cosechas podrán salvar su economía con la indemnización de la póliza. No obstante, las islas son una de las comunidades autónomas de España con menos seguros agrarios contratados. De los cerca de 7.000 productores de Balears, solo se suscriben unas 1.200 pólizas al año por un valor de unos 20 millones de euros.
Dos meses sin precipitaciones
Desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) confirmaron que desde finales de noviembre y todo diciembre se ha registrado un "importante déficit" de precipitaciones. Los agricultores consultados apuntan que desde finales de octubre prácticamente no se producen lluvias que ayuden a los cultivos en Mallorca.
La AEMET asegura que lo habitual en diciembre es que se produzcan registros de unos 170 litros por metro cuadrado en la Serra de Tramuntana y entre 60 y 50 en las zonas costeras. Esta cantidad de precipitaciones son las que necesitan los cultivos para crecer. A ello hay que añadir las temperaturas de varios grados más altas que tampoco ayudan en nada a paliar la sequía.
Las estadísticas de la conselleria de Agricultura apuntan que en los últimos años ha llovido una media de 65 litros por metro cuadrado en diciembre y de casi 70 litros en noviembre.
Además de los pastos para el ganado, la otra gran preocupación son los cereales. Están en su momento más delicado de arranque de la planta. En Mallorca se cultivan del orden de 29.000 hectáreas de grano, 27.000 de pastos para el ganado y unas 2,400 de diferentes variedades de legumbres.
