Ya se están dando los primeros pasos para intervenir psicológicamente con las personas que viven en la calle. En sendas reuniones mantenidas por representantes del Colegio Oficial de Psicólogos de Balears (COPIB) con el concejal de Derechos Cívicos de Cort, Aligi Molina, y con la presidenta del Institut Mallorquí de Afers Socials (IMAS), Margalida Puigserver, la institución colegial les ha instado a desarrollar un protocolo para asistir psicológicamente a las personas que viven en la calle.

Así lo puso de manifiesto Vicente Alcántara, vocal de Intervención Social del COPIB, que abundó que en las reuniones mantenidas el Colegio "se ha ofrecido para trabajar en la elaboración de este protocolo".

Alcántara recordó que, en muchas ocasiones aunque no de manera generalizada, "las personas que viven en la calle son reacias a recibir asistencia de los servicios sociales y no se les puede obligar a ello porque se trata mayoritariamente de personas adultas".

La única salvedad que puede hacerse a esta voluntad expresa del sin techo para evitar ser "auxiliado" por los servicios sociales hay que buscarla en un deterioro tan evidente de su estado de salud que se requiera la asistencia del 112, matizó el vocal de Intervención Social.

Recuperar la dignidad

El primer paso que hay que dar con estas personas es conseguir sacarlas de la calle y que se acostumbren a frecuentar los albergues sociales, a dormir cada noche en ellos y a realizar varias comidas calientes al día. En definitiva, hay que intentar que recuperen la dignidad perdida, concretó Alcántara.

"Una vez normalizados en cierta manera, se puede intervenir psicológicamente con ellos intentando que recuperen su autoestima, que vuelvan a quererse a sí mismos. Aquí juega un papel fundamental ayudarles a encontrar un trabajo que les permita obtener unos ingresos regulares que les dé una cierta estabilidad económica con la que rehacer su vida", subraya el especialista que, no obstante, advierte que no hay dos casos iguales entre estas personas que se han visto abocadas a vivir en las calles.

"No es lo mismo una persona que se ha quedado sin trabajo y que, ante la imposibilidad de pagar la hipoteca, ha sido desahuciada, que la de otra que padece una adicción al alcohol o a las drogas que le han conducido a esa situación", diferenció el especialista. En estos últimos casos Alcántara subrayó que lo primero que hay que conseguir es que el sin techo se libere de su adicción antes de intentar que recupere su autoestima y su dignidad personal.

El vocal de Intervención Social, aunque elogió la predisposición que dijo percibir en la actual Administración para implementar estas medidas, lamentó que, en la actualidad, no exista en esta comunidad autónoma un protocolo de actuación psicológica para las personas que viven en la calle.

"No solo nosotros hemos mostrado nuestra disposición a colaborar en la elaboración de este protocolo, sino que la propia Administración también lo propuso. Está mostrando su preocupación por este colectivo y esto ya es un paso", se congratuló.

Y es que Alcántara recordó que "nadie vive en la calle por gusto" y que con solo ayudar a estas personas a que frecuenten los servicios sociales de manera regular "ya tenemos un 60% ganado".