Diario de Mallorca

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Alquiler turístico, cadenas, destilerías, firmas tecnológicas, concesionarios...

Primero se secó el sector financiero mundial, que ahogó a un ladrillo que ya asfixiaba a la banca nacional. Después el dinero dejó de fluir por el resto de la economía. Y las quiebras se sucedieron, al tiempo que crecían las deudas. Ningún sector se salva de aparecer en la lista negra.Si no hay dinero, se desploman las ventas de coches. Y sufren concesionarios como tres de la isla que figuran en la lista de la Agencia Tributaria: Superauto Mallorca, en S'Aranjassa, que debe 3 millones; Nisbalear, en son Castelló, al que reclaman 1,12 millones, y Mallorca Class, al que piden otros 1,16 millones. Y lo mismo puede decirse de la tecnología, con deudores como Comunicaciones Móviles de Mallorca, que adeuda 3,2 millones. O de negocios como S'Olivareta, de Campos, o Fiotaule SL.

En el turismo, acumulan impagos cadenas hoteleras como D'Or Hotels (1,58 millones), Industrias Turísticas de Consell o su vecina Turismo Isleño (un millón cada), y otras como Tobago (la del hotel del mismo nombre en Magaluf, que debe 1,09 millones) o Ventur Vacaciones (2,22). En la rama del alquiler turístico aparecen Protuba, de Cala Ratjada, a la que el fisco exige 1,6 millones, o Lloguers de Llevant, con una deuda de 2,74 millones. Tampoco se libran de aparecer en el registro de morosos abogados célebres de la isla, empresarios de la hostelería o clubes deportivos como el Menorca Basquet, confirmando aquello que no hay nada más inexorable que la muerte... y Hacienda.

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